Hasta en la vida diaria nos hemos formulado estas preguntas. Hoy sabemos que hay una ciencia del lenguaje que se preocupa de ello. Seguramente Ud. no ha escuchado o leído al respecto.
Por ahora, es necesario reseñar el campo de esta ciencia. Se trata de la "psicolingüística" que estudia cómo adquirimos/aprendemos una lengua lo que ocurre en la mente-cerebro cuando hablamos, comprendemos, leemos o escribimos. Ello es posible sobre la base de la facultad del lenguaje articulado, innata, y humana que nos diferencia de los demás seres vivos. Esta ciencia del lenguaje da cuenta de aquello que ocurre en nuestras mentes cuando desarrollamos discursos. Un psicolingüista observa, examina y evalúa nuestras producciones verbales; puede ser un lingüista y/o psicólogo interesado en examinar la relación entre el lenguaje y los eventos mentales (comprensión, producción, memoria, atención, imaginación, emociones, espiritualidad, etc.).
Por lo mismo es que se puede asociar con la psicología, antropología, comunicación, ciencias cognitivas , el amplio campo de la fonoaudiología y ciencias de la comunicación.
Por otra parte, mientras exista una disciplina que estudia los mecanismos biológicos del cerebro (neurolingüística) para producir los procesos anteriormente mencionados (lo que subyace nuestras habilidades verbales), la "psicolingüística" -reitero- se preocupa de estudiar lo que ocurre consciente o inconscientemente cuando hablamos y comprendemos; involucra todos los aspectos de una lengua, la pronunciación, y los discursos como representaciones sociales que tienen lugar nuestras acciones lingüísticas. Vemos, entonces que ambas disciplinas se pueden complementar enormemente en el estudio de la comunicación humana.
Concluyendo, la psicolingüística debiera estar inserta en las mallas curriculares de las distintas profesiones que hoy se forman en la educación superior. No sería extraño entonces que pudiera ocupar un espacio destacado en algún departamento académico en la Universidades de nuestro país comprometido con la formación de profesores, periodistas, ingenierías, profesionales de la salud, política, etc. De cualquier forma nos ayudaría a ser mejores ciudadanos y valorar nuestros encuentros verbales de la vida cotidiana a dedicarle mayor atención a lo que decimos y comprendemos.
Omer Silva Villena