La semana pasada el Congreso chileno aprobó el proyecto de ley que permite las uniones civiles de personas del mismo sexo y este lunes la Presidenta Michelle Bachelet envió al Congreso un proyecto de ley para despenalizar el aborto dando tres endebles razones.
Frente a este escenario quisiera reflexionar acerca de la religión verdadera, pues un alto porcentaje de políticos dicen ser cristianos, pero al parecer actúan como si no lo fueran.
En el pensamiento humano la religión es un dogma, es un conjunto de creencias, de ritos y ceremonias. La Biblia dice: Qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma (Deuteronomio 10:12). No es andar en nuestros propios pensamientos, ideas, dogmas, sino en lo que Dios ha trazado para el hombre.
La religión verdadera se traduce en la acción y no solamente en las palabras. Nuestras obras deben proceder de un corazón sincero. Jesús nos anima a hacer el bien siempre. La ley de Cristo es la ley del amor. Sobrellevad las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo (Gálatas 6:2). La verdadera religión es la que nos une a Dios a través de su Hijo Jesucristo.
La religión verdadera es la que se vive desde nuestro interior, no un mero cumplimiento de preceptos, sino impregnada de una fe viva que se manifiesta en un proceder correcto. El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor (Romanos 13:10). Es difícil hacer lo bueno cuando hacer lo malo es mas fácil. Se necesita convicción y carácter para defender la vida y para defender la familia.
El barniz de religiosidad de muchos políticos no es suficiente para frenar la influencia antivalórica que predomina en la actualidad. Los que están a favor de la despenalización del aborto son el reflejo de una justicia trastornada e invertida. Es la destrucción de los indefensos. El aborto es muerte. Cristo vino a vencer la muerte, y por lo tanto, al aborto. Cuando hablamos de un niño, de un hijo o una hija de un humano es también un humano separado y diferente de la madre y el padre, porque este es el significado de la reproducción según su propio género.
Además la Biblia dice que el hombre y la mujer están hechos a la imagen y semejanza de Dios. (Génesis 1: 26-27). El asesinato es la apropiación ilegal de la vida de alguien, mientras que el matar es la apropiación legal de la vida de una persona.
Carlos Martínez