Arquitectos aseguran que Osorno tiene el mejor diseño del país
urbanismo. Los profesionales estuvieron en la ciudad para indagar y conocer las características arquitectónicas de la zona, que según dicen se destaca por la integración y distribución, además del patrimonio histórico de influencia alemana. El objetivo es extraer las buenas ideas y desarrollarlas en otras urbes de Chile.
"Osorno es una ciudad increíble como pocas. Un grupo importante de descendientes alemanes construyeron edificaciones entre los años 30 y 40 e hicieron una ciudad sin igual en Chile y como muy pocas en América Latina"
Así define el patrimonio urbano de Osorno, Horacio Torrent, académico de la Facultad de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica, quien esta semana estuvo en la ciudad para realizar una investigación relacionada a las edificaciones construidas entre las décadas de 1930 y 1940.
El estudio se realiza en el marco de un proyecto Fondecyt, que busca mejorar las actuales políticas públicas urbanas a partir de las experiencias de urbes como Arica, La Serena, Chillán y Osorno, en términos de buena calidad de vida como ciudades intermedias en tamaño y escala, en relación a las grandes ciudades y los problemas de hacinamiento y desintegración.
Edificios como el del Gran Hotel, la Gobernación Provincial, el Teatro Principal y el de la Sago dan, según los arquitectos, carácter y una arquitectura particular a la ciudad, ya que dan cuenta de grandes estructuras de hormigón que han soportado los embates de más de setenta años de historia y cuyo diseño arquitectónico son propios de grandes ciudades europeas.
Torrent se encuentra realiza este trabajo junto a otras dos arquitectas asociadas, la profesional argentina Lucía Galaretta de la Universidad de Rosario y la chilena Natalia Moreno.
etapas
El estudio considera un proceso de 24 meses se desarrollo y actualmente los profesionales se encuentran en la etapa de levantar la información base que incluye la revisión de los planos de las construcciones, por lo que han solicitado la ayuda de la comunidad y los propietarios de las edificaciones más características de la zona.
"Nuestro interés no tiene nada que ver con el interior de los edificios, si no que con la manera en que se arma la forma de la ciudad y en cómo se construye el espacio público y cómo se organiza y distribuye", explica el académico.
Torrent detalla además que la forma de trabajo es básicamente de observación y tomar nota respecto a la ciudad y esto se hace en base a fotografías que les permiten componer la idea en que se ha formado la urbe en determinado momento y así ver qué posibilidades existen para el mejoramiento del espacio disponible.
Según los expertos, la ciudad cuenta con una riqueza en construcciones de las cuales son muy pocas en Chile, como es el caso del edificio ubicado en la esquina de calle Lynch con Prat, cuyas características, según explica Horacio Torrent, son de un pequeño edificio de cuatro pisos que hoy se encuentra bastante deteriorado, pero que "en su momento fue fantástico", dice.
El arquitecto agrega que en ciudades grandes, como Santiago, quedan poco edificios de valor arquitectónico como los de Osorno.
"Siempre se habla del edificio Santa Lucía del arquitecto Sergio Larraín, construido frente al cerro en 1934, más conocido como el edificio barco. Para la fecha en que es construido ese edificio, Osorno ya tenía cuatro edificaciones de ese tipo", precisa el arquitecto refiriéndose a la estructura emplazada frente a la Plazuela Yungay.
ciudad de millonarios
Los profesionales han realizado una exhaustiva investigación histórica que incluye las décadas de los '30 y '40 para poder realizar el estudio. Los antecedentes señalan que los alemanes de la zona tenían un gran poder adquisitivo que buscaban resguardar a través de la construcción de edificios y empresas.
Según comentan, durante la década del '30 se encargó al urbanista Oscar Prager el plano urbano de Osorno, siendo el primero de este tipo en Chile, por lo que se llamó a Prager ya que en ese momento era el tercer urbanista más destacado en EE.UU.
Gracias a ese plano se concretaron grandes proyectos urbanísticos que dan carácter a la ciudad como avenida Mackenna, la plaza de Armas, el antiguo Mercado Municipal, la estación de ferrocarriles y la población Matthei.
Los profesionales explicaron que durante la Segunda Guerra Mundial la urbe fue conocida como "la ciudad de los millonarios", ya que mientras en el resto del país no se construía nada, en Osorno se desarrollaron grande obras.
"La gran sorpresa durante la segunda guerra es que en la mayoría del país no hay nada en construcción y en Osorno se siguió construyendo, trabajando con materiales como hormigón y acero, con la intención de construir una gran ciudad en su momento", señala Torrent.
El investigador aclara que en las edificaciones de la ciudad no hay tanta destrucción, si no más bien una degradación de las construcciones, es decir, sobre el uso que se les da y el descuido o de la contaminación visual por parte de carteles, cableado, entre otros.
En este sentido, dice el último hito destructivo en la ciudad fue en 1915, año en que se produjo un gran incendio, por lo que desde el siniestro en adelante se comenzó a edificar de manera muy sólida, por lo que toda construcción en altura se mantiene muy bien, incluso permaneciendo intactas durante el terremoto del año sesenta.
Por eso, destacan las construcciones locales y la importancia histórica que representan para el país y Latino América en general.
calle principal
Otro aspecto relevante para los arquitectos es la mantención que se hace de las arterias principales de la ciudad, como es el caso de la calle Eleuterio Ramírez.
Los antecedentes señalan que luego del incendio de 1915 se conformó una fundación aseguradora que realizó un catastro, el que permitió definir las construcciones que se levantaron posteriormente a 1930.
A partir de esos datos es que se sabe cuales edificios son construidos a partir del año 1934 y los que aparecieron posteriormente y que aún se mantienen en pie.
"Lo que es sorprendente es la cantidad de capital para construir una ciudad que además es de calidad. La calle Ramírez, en donde solo se construía en tres pisos, lo que en esta época parece bajo, era de una gran importancia para la época y construyeron bajo diseños muy innovadores", destaca Horacio.
En esa calle se destaca un detallado y moderno diseño urbano, que se aprecia en corridas completas de ventanas, con una estructura independiente de hormigón armado, que se ha mantenido y valorado para los diseños posteriores.
Dentro de estos detalles existen los que aún son fáciles de identificar, como las marquesinas . Estas estructuras cubren hasta hoy la calle con techos y protegen a los peatones en los días de lluvia o de intenso sol.
"A lo mejor los osorninos no se dan cuenta porque viven en la ciudad todos los días, pero las marquesinas no son comunes en otros lugares. Las marquesinas son parte de un proyecto urbano pensado en dar homogeneidad para toda la ciudad", manifiesta el arquitecto.
Los profesionales realizaron sus primeras indagaciones en el centro durante esta semana, sin embargo pretenden regresar durante abril para continuar con otros sectores de Osorno.
Hormigón y acero eran los principales materiales utilizados en las construcciones posteriores a 1930.
Marquesinas una orden de 1929 establece que las construcciones del centro debían incorporarlas dando homogeneidad estética y protección a peatones.
1915 fue el año
del gran incendio de Osorno, donde se destruyó una parte de la ciudad. Ello sentó las bases para la planificación de construcciones sólidas y seguras.
1930 fu el año
que Oscar Prager, considerado tercer mejor urbanista en E.E.U.U., comienza a realizar el plan urbano de Osorno y que mantiene algunos aspectos hasta hoy.
1934 se funda
la aseguradora del sur, 19 años después del gran incendio para proteger las grandes construcciones de esos años. Su catastro de edificaciones se está utilizando para el actual estudio.