El manejo de recursos, las competencias y la distribución de tareas en las regiones experimentarán una modificación sustantiva, de concretarse la propuesta constitucional formulada por el Ejecutivo que busca la elección directa de intendentes para las, por el momento, 15 regiones de nuestro país.
Si todo marcha como espera el actual gobierno y, por lo tanto, la idea es aprobada en el Congreso Nacional, a partir del año 2017 los jefes regionales serían designados por votación popular y dispondrían del doble o triple del presupuesto que hoy se asigna a las regiones, asumiendo el liderazgo en tareas de fomento productivo, ordenamiento territorial, desarrollo urbano e infraestructura. Asimismo, debieran establecer con el Ejecutivo un "Contrato Regional" como compromiso de gestión, mientras los gobernadores asumen el rol político de representante del Presidente.
Para la Comisión Asesora Presidencial, en la que participó un trío de personeros vinculados a Osorno (el ejecutivo y ex diputado Harry Jürgensen, el alcalde Jaime Bertín y el abogado Juan Carlos Ferrada), esta iniciativa es una de las definidas como prioritarias y, sin duda, podría convertirse en el primer paso hacia una efectiva descentralización.
Esta propuesta, sin embargo, tiene sus aliados y detractores. Para estos últimos, la idea del Ejecutivo es bastante frágil con respecto a las expectativas que se tenían frente a ella, y promueve la confusión entre el presidente del Consejo Regional, el gobernador y el futuro intendente electo. Otros la critican porque abusa de las atribuciones y ponen en peligro que las políticas públicas de un gobierno puedan efectivamente cumplirse, al depender de la acción de autoridades que no necesariamente estén en la misma línea del gobierno de turno.
Se espera que toda esa incertidumbre quede despejada en la próxima discusión parlamentaria, como también las decisiones sobre organismos como Corfo y Serviu, que en principio debieran también gozar de autonomía local.
Para que esta propuesta sea bienvenida, es fundamental establecer claramente las reglas del juego, entre ellas las responsabilidades y alcances de los actuales consejeros regionales.