Joven rusa que llegó a Osorno por amor monta tienda de artículos para perros
online. Alina Islamova arribó a la ciudad acompañando a su marido que trabaja en una firma láctea. En su emprendimiento por internet ofrece desde correas hasta artículos de aseo para canes.
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Un viaje de vacaciones fue el primer contacto que la rusa Alina Islamova tuvo con nuestro país, hace ya cinco años, ocasión en la que decidió aventurarse por sí sola y que la terminó de convencer de las ventajas y bellezas propias de nuestra angosta faja de tierra, en la cual encontró el amor y que hoy la tiene viviendo en nuestra ciudad.
Alina es oriunda de la ciudad rusa de Kasán, tercera urbe de importancia en dicho país y futura sede de la Copa del Mundo 2018, la cual posee cerca de 2 millones de habitantes. Se caracteriza por un clima muy frío en invierno y temperaturas elevadas en verano, que pueden llegar a los 40 grados centígrados.
En su país estudió Periodismo y Artes, desempeñándose en diversos medios e incluso asumió las relaciones públicas del Gobierno, cuando trabajó en varios ministerios de esa nación. Ahí tuvo la responsabilidad de organizar importantes eventos, lo que hizo que esta profesional viajara por numerosos países del orbe, aunque Chile nunca estuvo en carpeta como destino, pese a que desde niña siempre quiso conocer Isla de Pascua.
Fue en enero de 2010 cuando Alina visitó Chile por primera vez, en un recorrido que hizo en solitario aprovechando sus vacaciones y que la llevó a cumplir su sueño de estar en el "ombligo del mundo", ocasión en la que estudió el idioma español durante un año para no tener percances. "Cuando regresé a Rusia de inmediato quise volver y quedarme en Chile. Me encantó muchísimo, es el país más lindo que he conocido, tiene desierto, nieve, océano, bosques, etcétera", cuenta la periodista.
Fue de este modo que comenzó a buscar oportunidades de trabajo en nuestro país, y al no encontrar nada seguro, decidió juntar unos ahorros y comprar pasajes a Chile. Llegó sólo con las ganas de quedarse a vivir, sin conocer a nadie y sin saber que incluso llegaría a descubrir al que actualmente es su marido.
Arribó a Santiago en noviembre de 2010 y al poco tiempo encontró trabajo como administradora de un hotel, a lo cual le siguieron labores vinculadas al turismo y otras empresas. Al cabo de un año en la capital, conoció a Eduardo, profesional ecuatoriano con el que contrajo el sagrado vínculo.
ARRIBO A OSORNO
Hace poco menos de un año su esposo fue trasladado desde Santiago hasta Osorno, donde se desempeña en la planta de una conocida firma láctea, lo que hizo que Alina pisara suelo osornino por primera vez, debido a que en su anterior viaje no alcanzó a recorrer nuestra Región.
Desde un principio este matrimonio se mostró a gusto en la ciudad, siendo muy bien recibidos por sus vecinos, destacando los atractivos naturales que posee nuestra provincia, lo cual dista mucho de la calidad de vida que llevaban en Santiago.
Además, esta ciudadana rusa resalta la calidad humana de la gente del sur. "Me gusta todo lo de Osorno, aunque ahora no me gusta mucho el caos que hay en el centro de la ciudad, quiero que terminen pronto las obras", dice entre risas.
Actualmente se encuentra abocada a su tienda online de accesorios para perros y adiestradores, (dogshop.alina.cl ) en la cual ofrece productos importados desde Alemania, donde se incluyen artículos como juguetes, collares, correas, arneses, artículos de aseo, entre otros, apuntando a las necesidades de toda clase de perros, sin importar raza o tamaño.
"Desde siempre me han gustado los perros, y cuando llegamos a Osorno pudimos tener uno gracias a que contamos con el espacio suficiente para que esté en buenas condiciones. Esto hizo que necesitase varios elementos para su bienestar, y decidí ser yo misma quien importe y distribuya estos accesorios, por lo que así nació la idea de tener esta tienda online", explicó.
La tienda lleva sólo dos meses de funcionamiento, pero ya se ha hecho un nombre en lo que a artículos para canes se refiere, ya que tiene clientes y consultas desde diversas ciudades del país, lo que incluso sorprende a su propia dueña.
A esto se suma el interés de Alina por aprender sobre sicología canina, y en nuestra ciudad logró unirse al Club Canino Osorno, entidad en la que participa desde hace más de cinco meses y asiste tres veces por semana al Recinto Sago. Quedó sorprendida por el nivel que posee el club, sobre todo del adiestrador y seleccionado nacional Héctor Quisel.
Gracias a la participación en esta entidad, Alina ha podido hacer muy buenos amigos, descartando por el momento regresar a Rusia, ya que está motivada en seguir adelante con su emprendimiento y su pasión por los perros, junto con seguir acompañando a su marido en esta aventura que emprendieron hace ya un año y que los transforma en unos osorninos más.