Acercamiento entre países
El acuerdo anunciado hace unos días por los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, es desde todo punto de vista histórico, por el acercamiento y el esperado proceso destinado a poner fin al congelamiento de las relaciones entre dos naciones en pugna permanente desde hace 54 años.
Dos modelos de entender el mundo los tuvieron como protagonistas desde 1959, con el triunfo de la revolución que tuvo por protagonistas a Fidel Castro y Ernesto Guevara. Estados Unidos observó con curiosidad el caso, hasta que el entonces nuevo gobierno se definió como marxista y cercano a la Unión Soviética. Para Norteamérica fue el enemigo más temido instalado en el "patio trasero".
Desde entonces, hubo al menos dos episodios críticos, con la invasión de Bahía Cochinos y la instalación de misiles, momento en que el planeta estuvo más cercano a una guerra de consecuencias desconocidas.
Los Castro han permanecido en el poder con una dictadura soportando a sucesivos gobiernos de occidente, la caída de la URSS y el inicio de un vínculo con Venezuela, que hoy está lejos de pasar por su mejor momento, tras la muerte de Hugo Chávez y la caída de la industria petrolera.
Por todo eso y por muchas cosas más, el acercamiento entre Obama y Castro es tremendamente valioso, ya que la posibilidad del diálogo abre posibilidades insospechadas.
El asunto es que se han abierto variadas posibilidades en otras zonas, como el llamado de Corea del Sur para con sus vecinos del norte; o de Argentina con Inglaterra, por las Falklands.
¿Y para nosotros? ¿Qué pasa con Chile y Bolivia? En este caso, las relaciones también fueron suspendidas a inicios de la década del '60, con cuatro años de excepción y en concreto, no hemos sido capaces de restablecer relaciones diplomáticas.
Es obvio que ambos países tienen una relación asimétrica a favor de nuestra nación, es por eso que Chile puede liderar el tema, sin que eso signifique perder tenacidad en la posición manifestada.