Los '80: El tiempo en las bastillas
"El tiempo en las bastillas" es el título de una popular canción con la que Fernando Ubiergo ganó el año 1978 el Festival de Viña del Mar, casi cuarenta años atrás.
El autor e intérprete de la canción ha señalado en entrevistas, que el tiempo en las bastillas es una metáfora, que hace referencia a la basta o doblez de un pantalón, ese espacio olvidado donde se va acumulando polvo o residuos. Para Ubiergo, la canción habla que es en las bastillas del tiempo donde queda lo que nadie escribe, porque sólo se cuenta lo que podríamos llamar la historia oficial, en circunstancias que un hecho de la vida es mucho más complejo que la versión oficial y tiene tantos puntos de vista como personas intervienen en él.
Esos años y la década de los '80 en general eran otros tiempos, muy distintos, o aparentemente muy distintos, a cómo son las cosas hoy en Chile.
En la época de "El tiempo en las bastillas" gobernaba en nuestro país la dictadura militar, sistema político que hizo alianza con el neoliberalismo y su ideología, basada en la premisa de "menos Estado y más mercado", vale decir, reducir el aparato estatal en todo tipo de ámbitos, incluyendo la salud, la educación, lo social y lo previsional, dando paso a la privatización y con ello a instituciones como las isapres, las AFPs, las universidades privadas y todo el sistema educacional chileno actual, que han contribuido a aumentar los niveles de desigualdad y a segregar tanto a los estudiantes como a la sociedad chilena en general.
¿Es hoy todo tan distinto a cómo era Chile en los '80? Los olvidados, los postergados y la población más vulnerable de nuestro país en general, seguramente tienen una visión muy crítica de lo que se ha avanzado en esta etapa de la historia de Chile, en materia de igualdad e inclusión social. Así también los demás sectores sociales del país, desde su distinta posición y en conformidad a sus propios intereses, podrán hacer distintos análisis.
Mirar al Chile de cuarenta años atrás nos permite también reflexionar sobre el Chile de cuarenta años más: ver de dónde venimos, para tener claro dónde estamos hoy y hacia dónde proyectamos el futuro. Sano ejercicio que es bueno y saludable hacer cada cierto tiempo, tanto en la historia personal como en el análisis de los procesos sociales de los que somos parte como ciudadanos de un país.
Jaime Sotomayor Neculman