La historia de amor de dos jóvenes, una de clase acomodada y otro de una familia de escasos recursos económicos, montaron los alumnos del taller de artes integradas del Liceo Eleuterio Ramírez de Osorno y que lleva por nombre "Amneópolis" o "Ciudad del sueño".
Según explicó el docente Álvaro Kalazic, esta puesta en escena que consta de un registro audiovisual, musicalización y teatro fue creada íntegramente por el grupo de quince alumnos del establecimiento.
Este montaje fue presentado la mañana de ayer en el gimnasio del establecimiento ante unas 300 personas, entre alumnos y apoderados, quienes valoraron la labor de los alumnos.
Kalazic dijo que este trabajo lo desarrolló en conjunto con la también docente Eva Schmaderer, con la idea de abordar temas sociales que van desde la desigualdad de clases, la educación y la economía, entre otras aristas.
El concepto de Apneópolis se basa en la definición de una sociedad absolutamente ficticia, "con problemas irreales e inexistentes y que en ningún caso representa la ciudad real y perfecta en la que vivimos", afirma con ironía Kalazich.
"Este es un proyecto de artes integradas que llevamos trabajando hace cinco años, partiendo en colegios particulares y ahora con establecimientos municipalizados y la experiencia en este liceo fue positiva", dijo.
TRABAJO
La idea de la iniciativa, junto con fusionar diferentes disciplinas artísticas, fue que los propios alumnos pudiesen desarrollar su creatividad, trabajando desde la creación del guión hasta la musicalización y el registro audiovisual.
La directora de la obra, Eva Schmaderer, dijo que "tratamos de recopilar la sensación y el sentimiento de los jóvenes sobre nuestra sociedad, que es bastante prejuiciosa, y en base a eso nace todo este trabajo. El proceso fue difícil, pero quedamos conformes con el resultado porque fueron meses de trabajo".
Este proyecto partió en mayo con 26 alumnos, sin embargo algunos se retiraron por diferentes causas y finalmente quedaron 15.
Los estudiantes que participaron se mostraron muy contentos, porque fue una experiencia nueva en un liceo humanista, pero que no está habituado a trabajar las disciplinas artísticas.
Ulf Kirsten (16 años) fue uno de los jóvenes que participó en el área de la música, e indicó que "llevo tocando guitarra hace un año y haber participado en este taller fue gratificante".
Felipe Barra (17 años), quien hizo el papel del joven enamorado de una niña adinerada, dijo que "ha sido una gran experiencia participar en este taller, porque junto con abordar problemáticas reales también descubrí que me gusta la actuación".