¿Corte de Apelaciones en Osorno? (II)
Normalmente las segundas partes no son las mejores, en todo orden de cosas y con honrosas excepciones. A pesar de ello creo necesario profundizar el tema de mi anterior columna de opinión, frente a la iniciativa retomada recientemente por el diputado Sergio Ojeda de lograr que se establezca una Corte de Apelaciones en Osorno.
Expuse como punto de vista la idea de centrar el análisis actual en la finalidad última que conlleva un esfuerzo así, que es facilitar el acceso igualitario a la justicia a los habitantes de la provincia de Osorno, principalmente a las personas y familias de menores ingresos económicos, las que normalmente cuentan además con menos recursos y oportunidades.
La igual protección de la ley en el ejercicio de los derechos es una garantía constitucional que, para hacerla más efectiva en nuestro país, ha requerido implementar en los últimos quince años reformas estructurales en el sector Justicia, particularmente con nuevos y más rápidos procedimientos judiciales.
Estas reformas han dado lugar a una nueva justicia penal que ha reducido de manera importante la necesidad de recurrir a la Corte de Apelaciones en Valdivia, ya que los juicios se conocen y fallan ante tribunales ubicados en nuestra ciudad. Otro tanto ha ocurrido con las reformas en la legislación de familia, una nueva justicia para infractores juveniles y la Reforma a la Justicia Laboral implementada desde el año 2008 en adelante, a las que se sumarán en los próximos años cambios estructurales en materia de proceso civil, además de reformas a la justicia militar y a la justicia comunal.
En el ámbito local y la práctica diaria de la administración de justicia, sin embargo, hay muchos aspectos que estas reformas no han previsto y hacen necesario contar con una comunidad jurídica local que sea activa y esté organizada. Por ejemplo, la necesidad de más seguridad en los tribunales, ante situaciones como la ocurrida días atrás en el Juzgado de Garantía de Osorno, donde fueron detenidas tres personas portando armas blancas al interior del tribunal y uno de ellos intentó agredir a un funcionario de gendarmería. Hechos como éstos ocurren periódicamente, son denunciados por la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios o la Asociación de Fiscales de Chile y son materias relevantes, que importan tanto o más que tener una Corte de Apelaciones en la ciudad.
Jaime Sotomayor Neculman