Nicolás y sus dos papás
¿Nicolás tiene dos papás? es el título de un cuento infantil en el que se muestra la realidad de las familias homoparentales, es decir, aquellas en que ambos padres son del mismo sexo.
Es comprensible que abrir el debate a temas que hasta hace poco estaban vedados de figurar en la agenda pública genere ruidos y traiga costos asociados. Pero hacerse cargo de informar la pluralidad que subyace a la realidad de los seres humanos, y resaltar la importancia de respetarla, es también parte esencial de la tarea de educar.
A la inversa, el prejuicio se instala en la mente cuando se vive en un medio donde éste existe; el niño que oye bromas insultantes contra grupos o personas y ve que nadie hace nada respecto a esas formas de exclusión, puede crecer opinando que así deben ser las cosas y que el discriminado se merece ese trato porque es, de una u otra manera, inferior.
En términos estrictos, el cuento no habla sobre homosexualidad; trata sobre afectividad. Y no desacredita, en modo alguno, las bondades del modelo tradicional de familia. Así, por ejemplo, comienza señalando que todas las familias merecen respeto, protección e igualdad de derechos.
Y más adelante afirma, por medio de Nicolás, su joven protagonista: "todos los niños nacemos de una mamá, pero vivimos con distintas familias. Hay niños que viven sólo con una mamá o un papá, otros con mamá y papá, y hay otros que viven con dos mamás o con sus abuelos o tíos. Yo vivo con mis dos papás".
Es del todo evidente que los padres tienen derecho a elegir la educación que prefieren para sus hijos. Pero ello no invalida los principios de tolerancia y no discriminación que son inherentes a una sociedad civilizada, especialmente cuando la evidencia disponible indica con claridad que los prejuicios son los que preceden a los crímenes de odio (como el caso Zamudio) e inciden directamente en la salud mental de la población.
Probablemente este cuento, a juzgar por el revuelo que ha provocado, hable más de la sociedad chilena -y de los prejuicios que se ocultan en su interior- que de cualquier otra cosa. Ver en las diferencias un valor agregado y no un elemento de discriminación sigue siendo una tarea pendiente.
Xavier Echiburú