Niños de jardines participan en festival e interpretan temas en lengua huilliche
actividad. En el jardín Tigritos
El pequeño Matías Reyes Rupaillán (4 años), alumno del jardín infantil intercultural Tigritos de la población Schilling, interpretó ayer junto a más de 40 niños de entre 3 y 5 años una canción la lengua huilliche chezungún.
El menor, muy animado y vestido a la usanza de la etnia indígena, participó la mañana de ayer en la cuarta versión del Festival de la Voz Intercultural "Ulkantun Pichikeche" que se desarrolló en el jardín infantil donde estudia.
En la cita musical los pequeños interpretaron diversas canciones en chezungún con temáticas que tienen relación a las costumbres huilliches y también sobre el cuidado de la naturaleza.
La coordinadora del evento, Felicinda Gualamán, técnico parvularia del jardín infantil Tigritos, organizador del evento, dijo que además participaron los establecimientos Angelitos Traviesos, Rayito de Sol y el jardín intercultural de la población Quinto Centenario.
"Este festival busca que los niños aprendan la lengua huilliche a través de la música, que es una buena forma para que se interesen y se motiven sobre su cultura", comentó la docente.
Los cuatro jardines participantes imparten la lengua indígena, ya que ello forma parte del sistema educativo intercultural que impulsa el Ministerio de Educación (Mineduc) y también porque parte de los alumnos tiene ascendencia huilliche y por lo mismo se busca que ellos puedan mantener el idioma y las tradiciones culturales.
"No solo es aprender por aprender. El objetivo es que ellos vayan conociendo toda la cosmovisión del mundo huilliche. Aquí el trabajo también es de los padres, quienes deben inculcarles y reforzar lo que van aprendiendo en el jardín", manifestó Felicinda Gualamán.
ORGULLOSOS
Rosa Rupaillán, madre de Matías, comentó que su pequeño ingresó a los 2 años al jardín y que sus avances y conocimiento sobre la lengua huilliche son notables.
"Le gusta aprender la lengua. El trata de nombrarlo casi todo en chezungún, como los animales, los árboles y yo estoy feliz de que aprenda su lengua porque tengo sangre huilliche", dijo.
Sobre su presentación la mañana de ayer, dijo que van conociendo la historia de su pueblo no solo a través de la música sino también a través de la lectura.
Otra de las apoderadas, Patricia Nahuelpán, madre de Aylin Meulen, de 4 años, también asistió al evento para ver en el escenario a su hija, con la que ensayó las canciones en su casa.
"Mi hija interpretó una canción con sus compañeros y una sola sobre el 'taita Huentellao' (espíritu que según la mitología vive en la roca frente a Pucatrihue). Ella entró recién este año al jardín y ha aprendido bastante", señaló la apoderada.
Agregó que como ella y su marido pertenecen a la etnia huilliche, desde que nació ha ido aprendiendo la lengua y las costumbres para que no se vayan perdiendo.
"Es importante que los escolares aprendan sobre la cultura huilliche a través de actividades artísticas como el canto y la lectura, porque los niños internalizan todo de manera más entretenida", indicó.
En la cita participó como invitado un grupo de alumnos del taller musical de la escuela Monseñor Francisco Valdés, plantel ubicado en el sector de Francke, quienes interpretaron tres canciones previo al inicio de este festival intercultural infantil.
Invitados Un grupo de músicos de la escuela Monseñor Francisco Valdés participó en este festival intercultural.
100 personas, entre alumnos y apoderados de los cuatro jardines infantiles, participaron en este evento musical.
Pablo Obreque Echeverría
Nueve
grupos de niños de los cuatro jardines infantiles entonaron diferentes canciones en chezungún.
Cuarta
versión de este festival
se desarrolló la mañana de ayer en la población Schilling.