Júbilo, jubileo ¿jubilación?
Jubilación, vocablo derivado del latín "jubilare" como expresión de alegría pierde todo el sentido cuando se trata de los docentes chilenos que se acogen a este "beneficio" también definido como "derecho" al cumplir con los requisitos para iniciar su período de vida pasivo. Efectivamente, pasivo hasta para satisfacer sus necesidades más inmediatas ,de modo tal que el júbilo se transforma en una dura realidad que nada tiene que ver con el concepto.
Ante la serie de modificaciones legales que obstaculizan a los profesoras y profesores acogerse dignamente a este derecho, el Colegio de Profesores de Chile ha enviado al Ministro de Educación una carta haciendo presente las contradicciones que se presentan y que coartan la obtención de beneficios tales como indemnizaciones, incentivos al retiro y específicamente el Bono post laboral que tiene por objeto mitigar en parte el daño previsional provocado a los funcionarios públicos, incluyendo a los profesores municipalizados y exigiendo resolver urgentemente esta situación.
Demasiados cambios de última hora en perjuicio de quienes tienen méritos innegables para retirarse con dignidad y recibir el respeto de todo un país que avanza porque sus ciudadanos han sido educados por estas personas.
¿Sabía usted que en nuestro país un docente pensionado que perciba el bono post laboral está imposibilitado de trabajar en ningún municipio o repartición pública so pena de devolver lo percibido y perder el beneficio (cercano a sesenta mil pesos )? Definitivamente esto no constituye un incremento económico digno.
Las prohibiciones mencionadas son del todo inconstitucionales: se atenta contra la libertad de trabajo y se discrimina por edad. ¿Qué hacer entonces? Insisto, de júbilo: nada.
Por eso, profesoras y profesores en ejercicio,es urgente informarse, dejar la indolencia que hoy se observa en parte del magisterio y tomar ejemplos de participación y lucha como la que dieron nuestros colegas jubilados en las calles de Osorno, exigiendo lo que en justicia les corresponde.
Para asegurar que la Nueva Carrera Docente contemple planes dignos de retiro, ha llegado el tiempo de levantar propuestas.
Sin profesores no hay reforma.
Elba Vargas