El día 19 de agosto y casi sin tiempo de analizar en profundidad, se realizó en todo el país una consulta abierta a todos los profesores respecto al protocolo de acuerdo entre el Ministerio de Educación (Mineduc) y el Colegio de la orden para buscar resolver la agenda corta previa la reforma y de esta manera dejar zanjado el grave problema del bono de incentivo al retiro para quienes deben abandonar las aulas y solucionar la inestabilidad laboral de los profesores a contrata, entre otros puntos.
La propuesta fue rechazada por el 54,59% de un universo de más de 67.000 docentes que emitieron su sufragio.
Las razones esgrimidas por quienes rechazaron son poderosas: falta de claridad en los planteamientos y mezquindad en la oferta económica.
El problema es que era eso o nada y allí nuevamente aparece el maltrato del sistema hacia los docentes: ¿Por qué se nos somete a estos ultimátum sin alternativas?, ¿qué sucederá ahora con muchos maestros que deberán acogerse a retiro sin nada, ya que por esperar algunos están a punto de perder también el bono postlaboral que mejoraría en parte sus reducidas pensiones?
Se habla de la dignidad hacia el magisterio. ¿De qué dignidad hablamos en un país que no legisla en forma definitiva para cautelar que las personas que forman los ciudadanos que hacen crecer la nación, desarrollen una vida acorde a la importancia de su labor y que les propone optar en los límites de la desesperanza?
Desde este espacio, los profesores hacemos un llamado a las autoridades de gobierno, a los legisladores, que tanto apoyo ofrecen previo a su elección, a cumplir con las promesas, la forma de llegar a un acuerdo no puede ser todo o nada. Los matices, los casos especiales, la claridad en la redacción de las propuestas son importantes. Lo sucedido no debe quedar como solución. Saldremos nuevamente a las calles a exigir nuestros derechos, hasta instituirlos de manera permanente.
¿Reforma ya?...primero , con urgencia y claridad hay que resolver la agenda corta y luego volver al mapa de los proyectos gubernamentales.
Sin miedo, sin descanso, sin rendirse, sin profesores no hay reforma.
Elba Vargas Fuentes