Según la pirámide de necesidades de Maslow la alimentación, indispensable para nuestro derecho a la vida está en la base; en cambio la educación en la cúspide, después de satisfacer otras necesidades. Los invito a hacer un ejercicio que considere la alimentación un derecho social y no un bien de consumo.
Habría una canasta alimenticia única, proveída por municipalidades o instituciones sin lucro, gratuitas y el Estado aumentaría los subsidios a medida que los administradores vayan bajando el copago por calidad y cantidad de los productos. Sin embargo, como el subsidio es fijo, si hay inflación, la canasta irá empeorando.
El acceso a la canasta será en entidades designados por el Estado, dentro del territorio que el Gobierno decida. Si hay exceso de demanda en un establecimiento, por un proyecto alimenticio especial (buena gestión del administrador), el Ministerio sorteará donde debe ir a buscar la canasta, dentro del territorio geográfico definido por la autoridad cerca de su domicilio. Por lo tanto, si un municipio o administrador de una zona alejada de su domicilio (aunque esté al lado de su oficina) ofrece mejores canastas, usted sólo podrá ver cómo sus vecinos comen mejor.
Si usted puede optar a un proveedor de privilegio, no accede a la canasta municipal. La cantidad de gente que podrá hacer eso es poca, la diferenciación máxima. Un 93% con la misma canasta alimenticia y un 7% que se darán buenos banquetes.
Los que están en los dos quintiles más ricos no deben preocuparse, los primeros seguirán comprando en establecimientos exclusivos, con costo de entrada sólo accesible al quinto quintil y el segundo quintil lo hará en establecimientos suplementarios, con costo menor a los anteriores, pero donde los tres quintiles más pobres no tendrán acceso.
Para otra opción alimentaria, no hay posibilidad de elegir una canasta adecuada a su condición, porque todas son iguales. Peor aún si en la definición estatal de territorialidad existe exceso de oferta, de acuerdo al ministerio no podrá ponerse otro administrador con canastas especiales.
Si la educación es un derecho social, ¿no debería ser la alimentación antes que ella? Es imposible educarse sin alimentarse. Entonces pasémosle las reformas al Ministerio de Economía, con su caótico "Plato único". Para que decir las "JAP y la ENU", que es revivir lo que sucedió 40 años atrás. Después pensemos en la educación, salud y previsión. Parece que las personas se están dando cuenta de este retroceso, según la última encuesta CEP.
Economista, Rector Santo Tomás Osorno