Fresia Loncochino, de 44 años, vecina del sector rural Caupolicán en San Pablo, dueña de casa y madre de seis hijos, comenzó a dializarse hace siete años en Valdivia, Región de Los Ríos, debido a que padece una insuficiencia renal.
Para recibir la diálisis tenía que estar con un catéter permanente por tres meses, el cual después debía ser retirado.
La mujer continuó con la diálisis en Osorno, donde le señaló a los profesionales que tenían que sacar el dispositivo dentro del plazo estipulado, pero asegura que no tuvo respuesta y recién después de seis meses se lo extrajeron.
Sin embargo, asegura que cuando le sacaron el catéter no fue extraído totalmente y quedó parte del dispositivo alojado en su cuerpo, específicamente un trozo de plástico.
'Esa parte que quedó en su interior y que demuestra una radiografía está a dos pulgadas de su corazón y creemos le genera malestares. Incluso, le causó un paro que la tuvo al borde de la muerte', señala su marido Alonso Moreira, quien considera que esta pieza plástica le genera malestares a su esposa.
En abril pasado Fresia Loncochino fue internada de urgencia en el Hospital San José, donde padeció un paro cardiaco, tras lo cual fue reanimada por un equipo médico. Estuvo 17 días hospitalizada entre la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y de Tratamiento Intensivo (UTI).
Tras ser dada de alta, Teresa Loncochino se percató que su vida ya no es la misma.
'Me canso más rápido, tengo que hacer las cosas de la casa más lento, mi ánimo ya no es el mismo y lo que más tristeza me da es no poder disfrutar de mis hijos, en especial de los dos más chicos, ya que tres veces a la semana me dializo y ellos quedan en casa de mi hermana, quien pasa a ser como su segunda madre', señala la mujer, quien vive junto a su esposo Alonso Moreira y sus hijos en el sector Caupolicán, en la comuna de San Pablo.
Alonso Moreira, que se desempeña como trabajador agrícola, dice que un médico que examinó a su esposa señaló que era necesario intervenirla para así revertir el problema de las dolencias cardiacas que padece.
'Ella no sufría del corazón, yo pido que se pueda conseguir una hora para operarla, así podrá volver a realizar su vida normal y educar a los dos hijos más pequeños que tenemos', agregó Moreira.
El hombre señaló que desde el Hospital Base San José de Osorno gestionaron una hora médica para un cardiólogo en Temuco, Región de La Araucanía, la cual se concretó, pero lamentablemente el profesional no contaba con todos los antecedentes de la paciente.
'El médico dijo que no había recibido la ficha clínica de mi esposa, que supuestamente quedaron en enviarla por internet. Nosotros sólo le llevamos un electrocardiograma que le hizo un cardiólogo de Osorno, quien nos dijo que era necesaria una intervención. Pero el médico de Temuco no puede hacer mucho sin la ficha', comentó Moreira.
El director del Hospital San José de Osorno, el médico Roberto Zamorano, manifestó que la presencia del objeto plástico que hay en el cuerpo de Fresia Loncochino no reviste mayor complejidad para su salud.
'Ella presenta un elemento plástico que quedó ahí tras retirarle un catéter, el cual, en todo caso, no reviste peligro para su salud', explicó.
Y agregó que la mujer presenta una obstrucción a una válvula cardíaca, lo que le genera los problemas. 'Por ello estamos viendo la forma de solucionar el inconveniente y nos vamos a reunir con la paciente dentro del corto plazo', sostuvo el profesional, quien señaló que de todas formas se debe realizar una intervención quirúrgica para tratar el tema de las válvulas.
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