Hablar de Educación Media Técnico Profesional, TP, implica abordar la formación de los alumnos que cursan dichas especialidades, pensando en lo que realmente se espera de ellos en el mundo del trabajo donde buscarán desempeñarse al egresar de su liceo.
Chile está avanzando en el tema. Luego de la Reforma Curricular de 1998, donde el enfoque se centró en la enseñanza de conocimientos y conceptos técnicos de la época, el país vivió un proceso de quince años tras los cuales, el año pasado vivimos el hito de una agenda de modernización en esta área, que adecuó la formación TP a las necesidades del mundo productivo nacional de hoy, instaurando 34 nuevas especialidades y 17 menciones que buscan mejorar la empleabilidad de los jóvenes de este grupo educacional.
Recientemente, Santiago fue protagonista de un seminario que reunió a un importante número de directivos vinculados con la educación técnica de nivel medio de Chile. La idea central del encuentro, estuvo concentrada en el mismo paradigma que dio origen a las actualizaciones de 1998 y de 2013: identificar los factores claves para mejorar la educación del sector y generar mayores oportunidades para los jóvenes que egresan de dichos establecimientos con mejores empleos.
Entre las conclusiones alcanzadas en el encuentro, estuvo el aporte del profesor en cuanto a su formación integral, valórica y su actitud frente al liderazgo que significa guiar a sus alumnos. Unificar los estándares de calidad entre los distintos liceos a lo largo de Chile en este plano fue definido como un desafío.
Hubo un punto que destacó en los alcances del análisis hecho por los participantes del seminario, que coincide con los ajustes curriculares que ha hecho el Estado y que integra los planteamientos de especialistas en educación técnico profesional. Las competencias blandas, son las habilidades más valoradas por las empresas.
La responsabilidad, tolerancia a la frustración, adaptación al cambio, trabajar en equipo, comunicación, honestidad y la capacidad de sobreponerse a períodos de dolor emocional y a situaciones adversas conocida como resiliencia, son atributos que el mundo productivo busca en sus recursos humanos a la hora de decidir integrar nuevos profesionales y técnicos a su organización.
¿Qué tal si trabajamos juntos por tener una mesa firme al hablar de educación técnico profesional en nuestra provincia? Es un desafío y una oportunidad de apoyar a las futuras generaciones que liderarán nuestro territorio.