Entre las declaraciones del intendente Huenchumilla destaca 'el Estado le robó las tierras a los mapuches', repetidas por el padre Felipe Berríos en un programa de televisión.
Al respecto, me parece conveniente reiterar antecedentes que muestran la poca información que tienen estas personas. Al ocupar lo que hoy se llama Araucanía el Estado chileno ejerció el derecho de soberanía que emana de la Declaración de Independencia de 1818, que establece la extensión del territorio nacional.
Reconoció que el primer derecho de la tierra lo tenían los mapuches, como primer propietario, principio que aplicó en su época la autoridad colonial durante la repoblación de Osorno (1796) y en Los Llanos (Valdivia) respecto a los huilliches. Y el mismo Estado en 1833 al entregar títulos de comisario a los huilliches de Valdivia, Osorno y Chiloé. En Malleco y Cautín el Estado reglamentó el dominio de las tierras mediante el sistema de radicación. Para esto se determinó la superficie en la cual vivía la familia, se declaró el dominio y se inscribió la propiedad en el respectivo registro.
Como se produjeron abusos en la venta de tierra entre mapuches y particulares, de grandes extensiones que vendían los primeros, se dictó una ley que las declaró nulas y estableció como único comprador al Fisco, a través de la Autoridad Militar de La Araucanía.
Es una disposición parecida a la que rigió durante la repoblación de Osorno y ocupación de Los Llanos. La situación actual se debe a lo ocurrido después de la ley 17.729, del año 1972, que permitió la división de las tierras recibidas en comunidad, donde todos eran dueños de todo, según la ley de 20 de enero de 1883, que creó las 'reducciones o comunidades'. Y el Decreto Ley 2.568, del año 1979, permitió la división de las propiedades y la libre venta de éstas.
El Estado dispuso del resto de las tierras y constituyó diversas formas de adjudicación de ellas, entregando a colonos extranjeros, entre 1883 y 1900, unas sesenta mil hectáreas. Y también pasa la creación de ciudades y pueblos, a la vera de fuertes y misiones y la vía férrea, tanto en la línea central como en los ramales.