Acuerdos en materia tributaria
El acuerdo logrado en el Senado por representantes del Gobierno, la Nueva Mayoría y la oposición en torno a la Reforma Tributaria, es una buena noticia para Chile.
Después de semanas de polémicas y pugnas muy complejas, todos los sectores ceden, cambian la actitud de no escuchar razones y demuestran que se puede trabajar en conjunto por el bienestar del país, partiendo de la base compartida de que es necesario realizar cambios para disminuir las brechas de desigualdad y para financiar grandes desafíos nacionales en otras áreas.
Esta actitud de diálogo es una señal positiva desde la clase política hacia la comunidad, porque además antes de lograr un acuerdo, se permitió que muchos actores pudieran entregar sus opiniones y sugerencias sobre las nuevas reglas en relación a la recaudación de impuestos.
Afortunadamente, parte de sus sugerencias han sido incorporadas al acuerdo que ahora sigue trámite legislativo; como también fueron acogidas algunas ideas de los pequeños empresarios, de modo de potenciar su gestión y no entorpecerla, como parecía ocurrir con el proyecto original.
El consenso logrado en este ámbito económico abre, además, esperanzas para que se replique frente a la Reforma Educacional, que también se reconoce transversalmente como necesaria, pero frente a la cual hay discrepancias profundas respecto de la forma y el foco en que está planteada, sin una prioridad en el sistema público.
Desde la Región estos avances se ven con buenos ojos. Sólo se queda a la espera de la inclusión en las discusiones de las propuestas sobre tributación regional, que hicieron hace pocos días los integrantes de la Comisión Asesora Presidencial para la Descentralización.
Este punto resulta muy importante, pues si el tema no es discutido en esta oportunidad, probablemente deba esperar varios años más antes de volver a la agenda legislativa y eso sería negativo para los planes de desarrollo territorial con mayor autonomía que tienen zonas como la Región de Los Lagos.