"Esperemos que no echemos por la borda un sistema educativo que nos ha permitido grandes logros".
Después de dos años de demandas estudiantiles respecto a la educación superior, con aspiraciones de reformas estructurales profundas, como el lucro, la educación pública, financiamiento para instituciones Estatales, aranceles de referencia, cambio en el sistema de financiamiento, etc., el 2013 estuvo marcado por las propuestas de modelos educativos. Existen en el ejecutivo y legislativo proyectos de reformas, tanto a nivel escolar como de educación superior, que de materializarse en sus versiones más extremas, significarán un cambio profundo al sistema educativo de provisión mixta de educación presente desde los albores de nuestra República. Esperemos que la sensatez se imponga y no echemos por la borda un sistema que nos ha permitido grandes logros y considerado como de los mejores, sino el mejor, de Latino América. Desde la reforma de 1981, el sistema privado de educación superior ha sido el gran motor de la cobertura de dicha educación, sobre todo en regiones y en sectores sociales más vulnerables, promoviendo fuertemente la movilidad social.
Desde el año 1990 a la fecha la matricula en educación superior ha aumentado en más de 5 veces, más del 70% de los alumnos son primera generación en sus familias con estudios superiores y ha aumentado significativamente la educación técnico- profesional, lo que el país más requiere hoy.
José Joaquín Brunner, uno de los mayores expertos en Educación en Chile, en su columna del 13 de Octubre del 2013, nos llama a reflexionar sobre un sistema que "funciona normalmente" (incluso la protesta estudiantil esta calendarizada). Más de 4 millones de estudiantes asisten con regularidad a clases. El rendimiento promedio del sistema escolar es el mejor de América latina (PISA 2012). Chile también lidera en el nivel superior (Universitas 21). En el nivel terciario, entre 1990 y el 2010, Chile es el país que más ha mejorado su índice 20/20 (CEDLAS 2013), que mide la participación de los quintiles más ricos y más pobres. Su columna se llama "Revolución al revés".
Sin duda hay cosas que mejorar en calidad, financiamiento y supervisión, pero eso no significa pasar la retroexcavadora, ni poner muros de contención. Como ciudadanos de regiones, deberíamos presionar para agregar un tema necesario si queremos nivelar la cancha y este es: ¿Cómo resolvemos el tema del financiamiento de la manutención para jóvenes talentosos que viven en sectores rurales y son de sectores vulnerables? Esto es mucho más importante que darle gratuidad al 30% más rico.
Economista, Rector Santo Tomás Osorno