"Cuando la persona está enferma afloran interrogantes sobre la vida, el sufrimiento y la muerte"
El dolor es una experiencia que todos hemos tenido. El paciente que tiene dolor no viene a un recinto hospitalario sólo por el mal que le aqueja, sino que hay otros males que le acompañan, y que necesitan una atención integral, porque hay una dimensión física, mental, emocional, social y espiritual en toda persona.
Los profesionales de la salud deben dar todas las facilidades para que la persona se sienta confortado, no sólo con el fármaco adecuado que se le proporciona, sino con la dedicación, la entrega y vocación por cada paciente.
Un trato amable, respetuoso y sincero es saludable en los momentos difíciles que vive el enfermo. El paciente que tiene un dolor agudo o un diagnóstico negativo presentará un estado de ansiedad que lo torna en una persona dependiente.
El dolor crónico en un paciente requiere un mayor esfuerzo, no sólo la ayuda del profesional médico, sino la asesoría espiritual, esta labor no es muy comprendida, especialmente en los casos donde la voluntad del paciente o familiar próximo requiere el acompañamiento espiritual, el que consiste en un momento breve, donde infundimos ánimo, fuerza y fe, donde podemos elevar una plegaria a Dios en favor del enfermo, es una experiencia significativa y valiosa, pero no siempre los ministros evangélicos tienen las facilidades para llevar a cabo esta labor.
Cuando la persona está enferma afloran interrogantes sobre el sentido de la vida, del sufrimiento, la muerte, es aquí donde el mundo de los valores entra en juego. Jesucristo se identificó con la humanidad.
Él se preocupó del espíritu, alma y cuerpo. Por eso es tan importante empatizar con el paciente y no ver a los enfermos como máquinas. Cuando los pacientes tienen una atención oportuna y asesoría espiritual, los enfermos se recuperan más pronto.
Seamos sensibles ante el dolor, y sirvamos a Dios y al prójimo con abnegación y sabiduría.
Recordemos las palabras del salmista: "El ánimo soportará su enfermedad; mas ¿quién soportará al ánimo angustiado?" Proverbios 18:14.
Presidente Unión de Pastores de Osorno