"Tenemos una oportunidad única de poder concordar como país una visión de la educación".
Actualmente los diferentes y variados desafíos que enfrenta la sociedad chilena para que esta se convierta de una vez por todas en una sociedad verdaderamente desarrollada y sin desigualdades, necesariamente debe partir por mejorar la educación.
Nuestro país a nivel internacional se ha posicionado en materia educacional a través de la mejora en cobertura, equipamiento, una alta inversión en infraestructura, entre otras, pero, a pesar de aquello la desigualdad educacional aún continua y lo que es peor la educación pública se ha ido reduciendo y debilitando.
La educación pública debe ser el pilar fundamental en el que el Estado intervenga para crear un sistema más integrador y equitativo y que no permita lo que se ve hoy en día en nuestra educación: jóvenes rezagados y excluidos por mediciones estandarizadas .
El país tiene una deuda y nuestra clase política es la responsable, ya que no ha sido capaz de ponerse de acuerdo en el país que queremos. La educación chilena, así como lo desarrollan aquellos países consolidados, debe promover la formación integral, la inclusión, la solidaridad y la democracia como los valores centrales para nuestro desarrollo .
El Estado, y no el mercado, es responsable de asegurar a todo niño o niña el derecho a acceder a experiencias de aprendizaje que permitan desarrollar su talento y competencias necesarias para la sociedad actual.
El Estado chileno tiene muchas deudas con diferentes actores de la sociedad. En el caso de educación, garantizar una mejor calidad de ésta y más aún darle un sentido de transversalidad, es decir, que no sólo se traduzca en el resultado de pruebas estandarizadas como la tarea primordial, junto con reposicionar a la educación pública en todos sus niveles.
Mucho se ha escrito sobre las mejoras en educación y cómo un país avanza cada vez que existe una preocupación mayor sobre ésta. Durante los últimos 24 años se han planteado, a partir de diferentes visiones, algunas reformas que sólo han significado un "maquillaje" al modelo neoliberal de educación que nuestro país ha tenido.
Actualmente, tenemos una oportunidad única de poder concordar como país una visión de educación que sirva de pilar para ese salto que tanto se añora, como lo es el desarrollo. Para esto debemos alinear el proceso educativo con los ciudadanos que se desea formar, los desafíos de la enseñanza en especial en los más vulnerables y finalmente el país que soñamos .
Director Colegio de Cultura y Difusión Artística La Unión