Ana María Aceitón L.
"Nos sentimos discriminados, porque no tenemos un lugar para comer ni tomar un café, no podemos compartir con nuestros colegas. Tampoco tenemos un espacio para cambiarnos de ropa o ducharnos antes de irnos". Así relató Margot Flores (58 años), auxiliar del Liceo Industrial, la situación que enfrentan a diario los nueve funcionarios de aseo y mantención en su lugar de trabajo.
La trabajadora relató que desde noviembre del año pasado ya no cuentan con un espacio para guardar sus cosas personales o comer, acción que realizan en salas de clases.
"El director del plantel nos mandó una carta el año pasado, donde decía que teníamos que desocupar el lugar que usábamos para dejar nuestras cosas y comer. Lo entregamos y ahora quedamos sin nada", señaló Flores, quien trabaja hace más de 20 años como auxiliar de aseo.
Según lo argumentado por la dirección del establecimiento al personal de aseo, el motivo del desalojo fue para "habilitar el lugar como sala de recepción para apoderados", según precisó Adriana Mancilla (40 años), quien trabaja hace ocho años en el recinto educacional.
En compensación a esto, la dirección del establecimiento propuso a los auxiliares utilizar las dependencias de la sala de profesores, situación que, de acuerdo a los auxiliares, no ha sido bien recibida por los docentes ni tampoco por el personal de aseo.
"Yo preferí dejar de ir porque es un espacio de los profesores, donde ellos hablan y tratan temas propios. No es como antes cuando teníamos un espacio donde compartir con los colegas y descansar un rato juntos", indicó Adriana.
Para ambas trabajadoras, el hecho de no tener un sector para comer tranquilos ha ido en desmedro del ambiente laboral.
"Antes éramos como una familia, compartíamos el almuerzo y un tiempo para un café en el invierno. Ahora tenemos que guardar las cosas en la misma sala donde tenemos todos los productos de aseo", describió Margot Flores.
Situación muy diferente es la que experimentan el resto de los auxiliares de aseo de la comuna. Un ejemplo es el caso de la Escuela Claudio Arrau de Rahue Bajo. Su directora, Ana Rodríguez, explica que "aunque es un espacio pequeño, la idea es que ellos tengan un momento de privacidad, para compartir y donde puedan guardar sus artículos personales".
En la escuela rahuina hay dos auxiliares de aseo y dos inspectores que comparten la pequeña sala junto a la secretaría donde tienen una mesa, televisión y muebles. Rodríguez aseguró que "lo importante es que sea un lugar de ellos donde se sientan cómodos".
Jorge Raddatz, director del Departamento de Administración de Educación Municipal (Daem) de Osorno, aseguró que todos los recintos educacionales deben contar con un espacio destinado para los auxiliares de servicio y para docentes, sin embargo al explicarle la situación de las auxiliares del Liceo Industrial, señaló que "me contactaré con el director para dar una solución lo antes posible a la situación".
El Austral intentó contactarse con el director del Liceo Industrial, no obstante fue imposible ubicarlo.
Liceo Industrial Hay nueve auxiliares de aseo. Uno de ellos está hospitalizado, por lo cual hay 8 en servicio.
Escuela Claudio Arrau Cuenta con dos auxiliares de aseo, además de dos inspectores paradocentes quienes comparten el lugar.