"Sería un cambio revolucionario contar con una política nacional que validara esta forma de entender la vida".
Cuando alguien nos pregunta si conocemos Bután, si sabemos dónde está o qué características podemos mencionar, la respuesta no surge de inmediato. Más bien aparecen las caras de no saber qué contestar… o de preguntar de qué me están hablando.
Bután es un pequeño reino, situado en el sur de Asia. Se localiza en el tramo oriental de la Cordillera del Himalaya, entre India y China. Una de las principales razones por la que se conoce este pequeño país, asiático y budista, es la preocupación que tiene su Estado por la felicidad de su gente, a través de acciones como el índice de medición de su desarrollo por la Felicidad Nacional Bruta (FNB). Esto lo hace el Ministerio de la Felicidad, cuya misión es implementar políticas que permitan que sus habitantes gocen de una vida con sentido, con una sana educación, preservando y promoviendo la cultura, las tradiciones y la protección de la familia.
El tipo de desarrollo de esta nación, es diferente al enfoque de occidente. Ellos ponen el acento en aspectos que buscan alcanzar una sociedad más feliz. Que las personas tengan una vida con sentido; que trabaje lo necesario, que duerma para descansar, que disfrute del ocio y tenga tiempo para sus seres queridos. La idea es encontrar un balance entre los distintos aspectos de la vida. Sostienen que de encontrar este equilibrio, las enfermedades no se harán presentes afectándonos como personas y sociedad. La experiencia de este pequeño reino ha resultado muy atractiva para diferentes organismos internacionales. La Organización de Naciones Unidas (ONU) por ejemplo, ha encargado a un grupo de expertos que trabajen junto a las autoridades de Bután, en un nuevo Paradigma de Desarrollo basado en Felicidad y Bienestar, que permita a la humanidad construir un mundo más justo, sustentable y feliz.
Son aproximadamente 50 profesionales de todo el mundo y de diversos ámbitos, que viajaron a estas lejanas tierras para empaparse de su filosofía y de su forma de ver y enfrentar la vida. Entre ellos hay dos chilenos. Uno de ellos el profesor Wenceslao Unanue, quien visitará nuestra ciudad este viernes para inaugurar el año académico de nuestra universidad y tendremos la oportunidad de conocer más de cerca la experiencia del Reino de Bután. Es cierto que en nuestro país no hay un Ministerio de la Felicidad. Sería un cambio revolucionario contar con una política nacional que validara esta forma de entender la vida. Podemos sin embargo, hacer nuestro aporte partiendo por casa. ¿Qué tal si lo intentamos? Seguro el resultado será positivo.
Vicerrector Universidad Tecnológica de Chile, Inacap