Transportistas escolares identifican cinco puntos críticos para su trabajo
Cristian Higueras H.
Mal lo están pasando los transportistas escolares de Osorno. Al aumento del precio de la bencina, se suma que su labor está comenzando este año a lo menos 30 minutos antes de lo habitual, a fin de evitar los atochamientos y que sus pasajeros -en su mayoría escolares y niños de prebásica y básica- lleguen atrasados.
A todo esto se agrega que luego de hacer el recorrido, tienen que llegar a las afueras de colegios y escuelas a literalmente pelear con los padres y apoderados, además de otros vehículos particulares, que les ocupan los espacios reservados, originando una fuerte congestión vehicular a las afueras de los establecimientos.
Jorge Klenner, presidente del Sindicato de Transporte Escolar El Caulle en Osorno y ex dirigente nacional del organismo, sostuvo que la situación es crítica en al menos cinco puntos, donde, asegura, es una lucha diaria tratar de estacionarse cerca del acceso de los inmuebles de educación.
"Nosotros llevamos niños de kínder o prekinder a los que no podemos bajar a una o dos cuadras antes y que se vayan caminando solos o que crucen las calles. Hay que ponerle una solución a lo que está pasando. No se respeta nada", aseguró.
Según su análisis, en base a reclamos de distintos transportistas, los lugares más complejos son el Colegio San José, en avenida República; los colegios Santa Marta y Blas Pascal (ambos en calle Matta), las escuelas Efraín Campana y Leonila Folch (en calle Bilbao) y México (calle P. Aguirre Cerda), además del Instituto Alemán, en calle Baquedano.
"En la Escuela México hay un terminal de buses rural, además que en las mañanas, no sé por qué pasan camiones. Allí ocurre de todo. Vehículos contra el tránsito, desorden, etc. En calle Bilbao, donde hay dos escuelas públicas, los apoderados ocupan nuestros lugares. Aquí se prestan varios servicios, porque el Liceo Carmela Carvajal tiene séptimo y octavo básico", describe el dirigente del transporte.
Klenner, como en ocasiones anteriores, llamó a las autoridades a realizar su trabajo de fiscalización e inspección en terreno.
"Nosotros no podemos andar con un talonario sacando partes, que parece que es la única forma en como la gente entiende en estos casos. Eso es lo que queremos, que se respete la ley", sentenció.
Uno de los entes responsables y que puede evitar este tipo de situaciones, es el Departamento de Inspecciones de la Municipalidad.
De acuerdo a su jefe, Nelson Navarro, ellos tienen la facultad de fiscalizar lo que sucede desde "el cerco a la calle", lo que contempla también los estacionamientos.
En este sentido, explicó, esta disposición está establecida en la Ley de Tránsito, por lo que nadie pudiese argüir desconocimiento a la hora de recibir un parte.
La legislación vigente señala que las multas por ocupar un lugar destinado a minibuses escolares van desde una UTM hasta 1,5 UTM ($41.263 a $61.894), la que debe ser cancelada en el Juzgado de Policía Local de turno.
"A nosotros nos corresponde inspeccionar hasta los paraderos para embarazadas en los supermercados", apuntó.
Sin embargo, acotó Navarro, son sólo cuatro los funcionarios destinados para estas labores. Pese a ello, estamos haciendo recorridos e infraccionando cuando corresponda", aseguró.
Para Navarro, un número ideal de inspectores sería 10 funcionarios, pero con los que hay se hace todo lo posible por cumplir con los requerimientos de la comunidad.
Carabineros, por su parte, también tiene la facultad de realizar controles a los automóviles que se estacionan a las afueras de los colegios, como también a los propios vehículos escolares que deben cumplir ciertas normativas.
Cinturón de seguridad Si el vehículo escolar es del año 2007 en adelante, debe contar con este aparato.
Otro adulto Si van más de cinco niños preescolares, debe ir otro adulto acompañando al chofer.