Más de 18 horas sin agua potable completaban a las 16 horas de ayer los unioninos, que en todos los sectores debieron salir en búsqueda del vital elemento para necesidades de aseo personal o la preparación de los alimentos. Cientos de personas concurrieron a los ríos para hacer frente al corte del vital suministro.
Ayer se clausuró el Primer Encuentro de Mujeres Indígenas y Políticas de Género de la provincia de Osorno, que se llevó a cabo en el internado de Misión Rahue. El encuentro trató sobre la mujer huilliche en su pueblo y la sociedad, evaluando la situación y la falta de capacitación como uno de los principales problemas.
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) se encuentra ejerciendo un control en los pasos cordilleranos, con el objeto de impedir el ingreso de animales provenientes de Argentina, país que no se encuentra libre de la fiebre aftosa. La Dirección Regional del Servicio señaló que por ahora no se ha detectado actividad alguna en el paso de Puyehue.
Los costos de incurrir en malas prácticas pueden ser mucho más altos que los supuestos beneficios que otorga saltarse las normas o comportarse como un "mal vecino".
La primera responsabilidad social de una empresa -concepto muy en boga, pero muchas veces entendido erradamente como simples acciones de marketing- es cumplir a cabalidad con su misión respetando las leyes vigentes y siendo un activo promotor del desarrollo económico y social de su entorno.
Y cuando eso no ocurre, tarde o temprano los costos de incurrir en prácticas cuestionables pueden ser mucho más altos que los supuestos beneficios que otorga saltarse las normas o comportarse como un "mal vecino".
La reflexión es a propósito del impacto que ha generado tanto en Chile como en Nueva Zelandia la denuncia pública en contra de la empresa productora de leche Manuka, que determinó la existencia de casos donde no se aplicaron correctamente los protocolos de eutanasia de terneros, en una presunta infracción -que actualmente investiga la Fiscalía- a las normas de bienestar animal que rigen en el país.
Pero este caso no sólo abrió la discusión sobre una práctica sustentada exclusivamente en factores económicos -que en un apretado resumen se origina en los altos costos de crianza de los machos de razas especializadas en la producción lechera- sino también revela las debilidades de una institucionalidad con flancos abiertos para la existencia de abusos o, sencillamente, transgresiones a las normas.
En esa línea cabe consignar -por ejemplo- que ha llamado la atención a nivel internacional el hecho que el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) -la principal institución encargada de velar por el cumplimiento de las normas en esta materia- dependa del mismo ministerio que vela por el crecimiento económico del sector, es decir el Ministerio de Agricultura. Si eso se suma a una reconocida falta de recursos humanos y equipamiento para la fiscalización, es evidente que eventuales abusos en este tipo de prácticas pueden ser mucho más extendidos de lo que se cree.
Hay un costo en la imagen internacional del país que se genera a partir de este caso que todavía está poco claro, pero a juzgar por cómo ha cubierto la prensa de Nueva Zelandia lo ocurrido en Chile, sin duda que se trata de un tema que debería captar una mayor preocupación por parte del país y particularmente los entes públicos y privados involucrados en la tan repetida tarea de convertir al país en una "potencia agroalimentaria".
Para que eso ocurra se requiere primero empresas con un alto y acertado concepto de la responsabilidad social y un Estado que cuente con normas claras, del más alto nivel de exigencia y que se cumplan por todos.
"Todos sabemos que la persona ideal no existe, ¿pero quién no ha soñado con encontrar un sapo que se convierta en rey?
Varón buena familia. Neuronas de Einstein, la pinta de Sean Connery y la caballerosidad del rey Arturo. El humor de Quino, la sabiduría de un alquimista, la serenidad de un Dalai y la imaginación de Disney. El olfato de Onassis y la fidelidad y apego a la familia de Charles Ingalls. Si lo encuentra, favor llamar teléfono tanto. Se gratificará.
¿Un clasificado así en el Austral? ¿Sería mucho pedir? ¿Y si lo encuentra? Seguro, no avisa. Bueno, ¡esta escribidora tampoco!
Por supuesto, todos sabemos que la persona ideal no existe, ¿pero quién no ha soñado, alguna vez, con encontrar un sapo que se convierta en rey o una rana en princesa?...Sobre todo, y sin ánimo de pelambre, en un mundo donde, generalmente, sucede lo contrario.
En fin, como se sabe este mes se celebra Día de los Enamorados y cada troglo sapiens en trámites de amor invitara a su princesa a cenar (primero)...Todo, obviamente, auspiciado como ya es costumbre por San Valentín y publicidad dedicada al amor.
¿Amor? Aquí entre nos, y este sí es pelambre, el amor ya no es lo mismo. Hoy, este importante trámite para la humanidad consiste apenas en dos cucharadas de caldo y a la papa al tiro. Y sin duda, la culpa no es del apreciado santo. Al contrario, pareciera que el descalabro emocional que estamos viviendo, esta tole-tole sexual, esta falta de compromiso se debe exclusivamente a la mala calidad de los comensales.
Para empezar, actualmente se cree que ser caballero es abrir la puerta del auto y/o "correr la silla", que la inteligencia consiste en sabe usar el computador, el valor en hacer leso al jefe y la riqueza en tener el auto más grande y el celular más chico.
Las ladies, por su parte, juran que la feminidad está directamente relacionada con el tamaño de las pechugas, que ser tierna es andar sonriendo todo el día y que la fragilidad es usar vestidos hasta el tobillo. Y tanto príncipes como princesas, están seguros que la paciencia es un aliño dietético para la ensalada, el respeto mutuo un tic nervioso y que "tratarse" antes de entrar en materia; una pérdida de tiempo… En fin ¿me permite? Don Valentiiiin…
¡Socorrooooo!...