Los nuevos "reyes" del festival reciben sus coronas entre lágrimas y aplausos
Ana María Aceitón L.
Entre lágrimas, aplausos y lejos de la polémica que marcó las elecciones anteriores, los nuevos reyes del Festival de la Leche y la Carne, Camila Recabarren y Agustín Pastorino, recibieron sus coronas pocos minutos antes de la medianoche de ayer.
Los soberanos fueron elegidos mediante una inédita fórmula, que mezcló la votación popular y su participación en pruebas físicas previas a la noche de premiación.
En la oportunidad, además del cariño del público, recibieron un premio de dos millones de pesos y un testimonio por su participación en el evento festivalero.
Camila Recabarren estaba evidentemente muy emocionada y sus primeras palabras fueron de agradecimiento para todas las personas que votaron por ella y la gran oportunidad que significó este triunfo para su retorno a las actividades públicas.
Todavía sobre el escenario, la ex Miss Chile, afirmó que "estoy muy feliz, me sirve demasiado para mi regreso. Estoy muy emocionada por el cariños de todos ustedes, son una ciudad maravillosa y pueden contar conmigo para lo que sea durante todo este año". La distinción para la nueva reina fue entregada por Jaime Bertin, alcalde de Osorno.
La nueva reina apuntó sus dardos a otra de las participantes del concurso, Kenita Larraín (la tercera era Kathy Contreras). "No pesco los aires de divismo que tiene María Eugenia; creo que debe bajarse del pedestal", afirmó.
El primer rey de este certamen, el argentino Agustín Pastorino, también se mostró sumamente emocionado tras ser mencionado como el "soberano" del certamen.
Con la voz entrecortada, el ex "chico reality", agradeció el apoyo de los osorninos "que me abrieron las puertas de su casa y de su corazón".
La aprobación del público presente en el estadio se hizo sentir con los aplausos y gritos de apoyo hacia los reyes. Sin embargo, quien no estuvo tan contenta con los resultados fue la modelo María Eugenia Larraín, que al salir del escenario se quejó de falta de oportunidades para conseguir el favoritismo del público.