Daniel Allende: "Jugar de local es motivante, pero también una presión"
Dice que le cambió la vida. Así de fuerte. "Bajé 18 kilos y quiero bajar algunos más. Ya no estoy fumando y me estoy cuidando más. ¿Sabes algo? En el fondo cuando te pasa algo así, te cambia la valoración de las cosas. Uno en la vida corre todo el tiempo, tratando de tener más cosas, de estar mejor. Pero tras una situación así, ves la vida desde otra perspectiva".
Daniel Allende (58) sufrió hace algunos meses en Bahía Blanca, Argentina, un edema pulmonar que lo tuvo 19 días en coma y con respirador artificial y luego comenzó un arduo proceso de recuperación. "Me quedé aquí por la mano de Dios... pero estuve mucho más cerca de la muerte que de la vida". El exceso de peso, el fumar y el poco descanso le jugaron en contra. Pero apenas pudo levantarse retornó a los entrenamientos con Olimpo de Bahía Blanca (su club de toda la vida), donde logró ascenderlo a la Primera División de la ciudad y con la opción de jugar la Liga B (torneo regionalizado) en el vecino país.
En Chile por razones laborales, comienza a recibir saludos y llamados apenas pisa tierra osornina. Lo cuenta y no esconde su sonrisa al hacerlo. "Esta es mi segunda casa, definitivamente. Me siento un osornino más, aunque no tenga el derecho. Pero es algo maravilloso". Y es que el bahiense dejó una huella en la ciudad, luego de transformarse en el técnico más ganador en la historia del desaparecido Provincial Osorno, tras ganar la Dimayor en 2004 y 2006 (además llegó a la final el 2002 y semifinales en 2003 y 2005); junto a tres Libsur (2002, 2003 y 2005).
Incluso en su segunda etapa en el club (2009), logró armar un equipo contendor, a pesar de los problemas económicos que terminaron con la muerte de la institución.
En Chile, junto con dirigir a la selección (primero, compatibilizándolo con los Toros y luego en exclusiva), también participó en la Federación de Básquetbol y ADO como uno de los iniciadores de la Liga Nacional. Esa misma que hoy por hoy está peleando Osorno Básquetbol. Algo que, a pesar de la lejanía, no lo deja indiferente.
El sábado y domingo, Osorno recibirá a Tinguiririca de San Fernando en un Monumental repleto. De ganar ambos duelos, la ciudad volvería a campeonar a nivel adulto profesional desde el 2006, con Allende en la banca. Por lo mismo, su visión es relevante.
-¿Ha podido ver los partidos de Osorno de esta temporada?
-Vi los dos partidos de la final y anteriormente contra Concepción, cuando estaban peleando la clasificación. Contra Boston no pude. En Argentina veo los partidos por la señal internacional de televisión.
-¿Y cómo analiza las opciones de que Osorno pueda volver a lograr un título en la liga cestera más importante del país?
-Pienso que Osorno tiene un plantel más largo, más rico en talento, en cantidad de jugadores. El rival está muy limitado a Patrick Sáez, a Franco Morales, lo que pueda aportar Cisternas o los extranjeros, su rotación es muy corta. En el momento en que Osorno lo vaya desgastando, cargando de fouls, lo va a sentir, como le pasó en el segundo partido. Y eso también corre en el desgaste físico: Osorno puede rotar a todos los jugadores tranquilamente y Tinguiririca no, porque pierde potencial.
-Aunque se tengan dos partidos de local y tras haber ganado uno de visita las expectativas sean altas, será difícil...
-Cuando se juega de local, por un lado tienes a toda la hinchada apoyándote, motivándote, pero también pasa a ser una responsabilidad, una presión y hay que superar eso. Yo le pondría mucha atención al primer partido (sábado), donde el equipo visitante viene más descansado. Pero en las finales pasa cualquier cosa. Me acuerdo del 2006, donde siempre corrimos de atrás, fuimos a jugar a Los Andes donde nos esperaba un infierno y terminamos ganando un partido por una diferencia importante. Lo que hay que tener es mucha tranquilidad, paciencia y tener claro cómo le conviene jugar a Osorno.
-¿Qué le parece el trabajo de "Manu" Córdoba al mando de Osorno Básquetbol?
-Ha hecho un muy buen trabajo, porque ha logrado que el equipo se estabilice, gane y llegue a una final. También hubo factores importantes en el camino; el cambio de extranjeros fue clave. Porque por más que el DT sea muy bueno, sin material humano es muy difícil. El 2006 nos pasó: le dije a los dirigentes que cambiemos a (Nathan) Mielke, porque con él no nos alcanzaba. Llegó Marlon Martínez y fue muy importante. Y ahora pasó algo parecido. "Manu" ha logrado compatibilizar todo eso y formar un equipo sólido.
-¿Siente que su sombra es alargada en el básquetbol local? Se lo pregunto porque muchos hinchas lo tienen como el espejo a imitar, por todo lo que logró...
-Me siento muy reconocido en Osorno y soy un agradecido por eso. Pero los tiempos pasan y pienso que los que vienen son mejores que los que ya pasamos, las cosas siempre van para adelante. Ahora, sé que es una exigencia o una vara para los entrenadores que vayan pasando por Osorno. Pero eso pasa en todos lados. Yo siempre me he sentido muy agradecido por la gente de acá, es mi segunda casa. Incluso yo entrené seis años en Comodoro, Argentina, y nunca he vuelto. Tengo amigos, pero no es lo mismo como en Chile. Me siento un osornino más.
-¿Volvería a dirigir en Chile?
-A Osorno no, porque tienen un muy buen técnico. Pero si tengo las chances de volver a Chile, con un buen proyecto, por supuesto que dejo las puertas abiertas.