Según cifras oficiales, el 26% del total de alumnos aceptados en las universidades proviene de colegios públicos, número similar a la del año pasado.
"Los cristianos se meten en el clóset y guardan secreto de verdades que antes proclamaban a todo el mundo".
Declararse cristiano es fácil y muy frecuente, pero ser consecuente a la fe que se profesa es otra cosa muy diferente. Algunos piensan que la esencia del cristianismo es la aceptación de ciertas creencias, como el Credo de los Apóstoles.
Otros creen que mantener una conducta de integridad, pero también hay otros que creen que si son bautizados, leen la Biblia y asisten al templo. Todas estas cosas son importantes, pero ninguna de ellas constituye la esencia del cristianismo. La esencia real es Jesús de Nazaret.
Ser cristiano significa tener una relación personal con Jesucristo, como la que podríamos tener con un buen amigo; significa creer y confiar en su muerte en la cruz. Jesús murió por nosotros y se levantó de entre los muertos. Recibimos Su justicia y perdón por fe. La Biblia dice: "Justificados, pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo". Romanos 5:1.
Significa hacer de Jesús el dueño de nuestra vida en todos los aspectos de nuestra vida pública y privada. Una de las señales distintivas de un verdadero cristiano es andar como él anduvo.
Pensar como cristiano es el primer paso para vivir como cristiano. Quien desee emular la vida del maestro de Galilea está comprometido a vivir las normas morales y espirituales que él dejó establecidas. Debemos comprender la cosmovisión bíblica y entender que vivimos inmersos en una cultura secularizada y, en lo religioso, pluralista.
Los cristianos del primer siglo estaban dispuestos a dar su vida por causa del evangelio, eran días de persecución, la esencia de su mensaje era Jesucristo. Hoy existe una raza de cristianos livianos. Poseen poca fe y compromiso. Han cambiado una vida recta por una vida relajada, han ido perdiendo la moral bíblica. Algunos defienden políticas antivalores, pero no defienden bases bíblicas de la doctrina. Los homosexuales salen del clóset y admiten abiertamente que han vivido una doble vida; mientras que los cristianos se meten en el clóset y guardan secreto de verdades que antes proclamaban a todo el mundo.
Ser cristiano es hablar, pensar, andar, actuar y vencer como Jesús.
Presidente Unión de Pastores