Hoy en día, debemos hacernos cargo de los avances y niveles de retención en cada una de las carreras.
La amplia cobertura en educación, las innumerables opciones académicas y las condiciones económicas y sociales de Chile, han posibilitado que el 20% de las personas posean un título técnico o profesional. Poseer un ingreso per cápita en torno a los 19 mil dólares y que el promedio de escolaridad se incrementara de manera sistemática superando hoy los 10 años promedio, dan cuenta de un país en franco desarrollo, que lamentablemente, no nos ha servido para eliminar de nuestras aulas "la carrera más difícil del mundo", que se distingue de las demás por su gran dificultad. En ella, el 70% de los estudiantes deserta entre primer y segundo año y la terminan sólo 2 de cada 10 estudiantes.
La jornada de "la carrera más difícil del mundo" se extiende de lunes a lunes, su horario comienza muy temprano en la mañana y termina muy tarde en la noche, requiere de un esfuerzo físico y mental constante y a veces impide acceder a la alimentación y el descanso mínimo, "la carrera más difícil del mundo" es cursada por cientos de jóvenes en vulnerabilidad socioeconómica que ven en la educación el trampolín para escapar de la pobreza.
Como profesionales vinculados a la educación, tenemos una gran responsabilidad, referida a mejorar las condiciones para que estudiantes de sectores vulnerables puedan avanzar fluidamente a alcanzar el sueño de un título técnico o profesional y que el fantasma de la deserción desaparezca de las aulas, talleres y laboratorios.
Hoy en día, las instituciones de educación superior debemos hacernos cargo de los avances y niveles de retención de cada una de las carreras que impartimos, debemos generar los espacios para que estudiantes encuentren su propia forma de aprender, descubran su adecuada estrategia de estudio y puedan compatibilizar trabajo, estudio y familia, no exento de sacrificios, pero de manera armónica y llevadera. Por su parte, la sociedad en su conjunto; empleadores, familias y entorno, debemos alentar, propiciar y dar cabida para que aquellos estudiantes que se atrevan a matricularse en "La carrera más difícil del mundo", puedan mantenerse y terminar con éxito su expedición, con ello gana el estudiante, su familia, su entorno, su empleador y en definitiva gana Chile.
Valga mi reconocimiento a la "Fundación puente", creadores de www.lacarreramasdificildelmundo.com
Director ejecutivo AIEP Sede Osorno