La creatividad da para todo durante el mes de diciembre, en la víspera de Navidad. Mientras algunos aprovechan la fecha para trabajar envolviendo regalos, vendiendo tarjetas y diferentes artículos de la época, a un fotógrafo osornino se le ocurrió una idea bastante novedosa: construir un trineo con sus propias manos.
Mario Uribe Muñoz, de 60 años, comenzó en septiembre a recolectar diferentes piezas en lugares de acopio de chatarras para dar vida al particular medio de transporte del Viejito Pascuero, que junto a los renos transporta desde el Polo Norte un sinnúmero de regalos para todos los niños del mundo.
Apelando a esta fantasía, Uribe logró dar vida a su trineo, el que fue hecho con la butaca de una micro vieja; ocupó parte de la estructura de un carro de supermercado; la base es de una silla de ruedas; además de la parte delantera de una bicicleta de niña, que fue cedida por su nieta pequeña.
Ayer, al igual que los últimos días, Uribe se instala en la plazuela Yungay junto a su amigo Viejito Pascuero, a quien retrata tanto con niños como adultos.
Precisamente este jueves, mientras algunos curiosos pasaban mirando el trineo, Uribe cuenta el origen de su novedosa apuesta comercial.
"Tenía ganas de hacer algo distinto y darle una alegría a los niños. Por eso se me ocurrió hace algunos meses construir con mis propias manos un trineo, así es que tenía algunas piezas y comencé a buscar otras y en mis ratos libres aprovechaba de armar este trineo", comenta.
Incluso, hizo un reno con alambre dorado, que lleva algunos adornos del mismo color, con terminaciones bastante finas que le dan una apariencia mucho más real.
"Además, le puse una pequeña campana antigua que tenía y hasta una bocina de bicicleta para meter ruido. Con sólo reunir piezas diferentes, hice un lindo trineo", señala.
FOTOGRAFÍAS
Por su profesión de fotógrafo, Mario Uribe le ha sacado provecho a su trineo. Se instaló en plena plazuela donde ha retratado a personas de todas las edades.
"Comencé a trabajar los primeros días de diciembre y he fotografiado a más de 200 personas. Incluso compré una cámara instantánea para entregarles al minuto la fotografía, lo que ha sido muy bueno, ya que muchas personas no son de acá, así que se llevan un lindo recuerdo", agrega.
Mario Uribe contrató a un conocido, quien las oficia de Viejo Pascuero durante todas las jornadas. Con su impecable atuendo, José comenta que "los niños sin duda que son los más contentos con el trineo, porque se pueden tomar fotos a mi lado. Incluso hasta algunas abuelitas se han sentado para fotografiarse", recuerda.
Comenta que los pequeños que los han visitado le entregan cartas, pidiendo diferentes regalos como pelotas o bicicletas en el caso de los niños, mientras que las pequeñitas prefieren muñecas.
"Ha sido una linda experiencia trabajar acá, porque tengo 71 años y estar disfrazado del Viejo Pascuero y alegrar a los niños, aunque sea un rato, es una satisfacción enorme. Y en paralelo, me hago unas monedas", comentó.
Cada imagen tiene un valor de $2 mil, la que es entregada al instante.