Aproxima la fiesta navideña. Crea o no, es parte de la cultura e indeclinable resulta que a últimos minutos, usted va a buscar un "engañito", como decían antes. El regocijo y su "espíritu", cautivan a nosotros.
Quienes tengan pan y jolgorio piensan, o debieran, en los que carecen de los bienes básicos. Ya las campanas van a batir, resuenan los relojes, todos miran en rededor en la "noche de paz, noche de amor". Celebran los niños, con entusiasmo y los adultos también, hasta los más viejitos pascueros, de narices rojitas.
El lúdico y pacífico soplo de la fecha envuelve el alma de la mayoría, que no sostiene una guerra o es presa del hambre u falta de trabajo. El mesías -en su legado- dejó la enseñanza del amor de los unos a los otros. Sin distinción. Entregó su vida por ello. Otros continúan ofrendando en pro de la esperanza y de la justicia.
Elogio los actos que conducen al entendimiento. Seamos hermanos por unas horas. Sonrían a cada ser, abracen a los animalitos, a los árboles, que nos entregan oxígeno y fotosíntesis.
Sabemos que el planeta atraviesa trances duros, inclemencias desatadas y en la zona, hay problemas, hambre, sed, necesidades; que los chilenos acostumbran al rigor y cumplen con sus labores, en urgencias de hospitales, bomberos, etc.
En esta concordia, les invito, con el corazón en la mente, a obsequiar significados. Por ejemplo, en el Pueblito Artesanal, en avenida Mackenna, halla unas colecciones imperecederas, preciosas y a un tiempo es trabajo de artesanos -de Arte Sano, hechos a mano y no industrial-.
El puesto número 5, es crucial. Allí los pacientes del Centro Diurno de Rehabilitados de Enfermedades Nerviosas, muestran a la comunidad sus talentos, producto de talleres ocupacionales. Usted, con su corazón en la mente, puede adquirir más humanidad todavía y obsequiar el fruto de la paz y del bien común. Marcela Cárdenas nos informó sobre las artes y disciplinas laborales y no exentos de conmovernos, de poesía y vertidos a las maravillas, anhelo que al pensar en regalos de navidad, como yo, acuda al pueblito de artesanía, y henchido de simpatía y bondad, escoja los trabajos que depositará en el regazo de quienes ama. Una fiesta de ternura y paz, con joyerías, trabajos en materiales, maderas nobles, tejidos, lienzos, cuadros, prolijos, emergidos de los dedos cariñosos de quienes abrillantan sus ojos al realizarles.
El paseo por el pueblito de Osorno, os dará un sitio en la memoria de los vuestros, y adquirir ayudando, sublima al ser. Una tarde en los puestos de los artesanos, es evocadora para siempre. No me olvides, escribe. Besos y claveles en el aire.