Cartas al Director
La política significativa
Jorge Millas, filósofo chileno y vinculado estrechamente a la zona sur, en su obra de juventud "Idea de la Individualidad" menciona someramente la diferencia entre "lo importante" y "lo significativo". Así, comer es importante porque de ello depende nuestra subsistencia, pero no es significativo pues nuestra existencia, o sea nuestra conciencia individual de ser, no depende de ello. Y claro, es nuestra capacidad artística, literata, intelectual, musical, entre otras, las que alimentan nuestra existencia, nuestro espíritu a fin de cuentas.
De esta distinción, y a propósito de semanas de campañas presidenciales, cabe la pregunta: y la política ¿qué es? ¿Importante o significativa? Millas, en su obra de 1941 enfatiza que se ha hecho importante, pero no significativa. Al parecer, no mucho ha cambiado.
Participamos de las elecciones, de los debates, en fin, de la más variada oferta política, pues comprendemos que la vida en comunidad necesita de decisiones y participación política, ya que de ello depende su subsistencia pero no su existencia. Es, por ello, importante pero no significativo.
Esto deriva de que la política no puede fortalecer la raíz del ser humano, pero sí puede elevar la significación vital de él, en la medida que "la circunstancia exterior del individuo se transforme en objeto de su voluntad". Quizá, la última frase, es lo que como sociedad hemos perdido. Participamos de la política pero no porque sea objeto de nuestra voluntad, sino porque nos es necesario, vital para subsistir y nada más.
Ante este panorama que actualmente observo y participo, y que al parecer desde los tiempos de Millas se viene arrastrando, no deja de ser curioso el hecho de que el pasado 5 de diciembre sea el día de la muerte de dos personas, que desde allí pasaron a ser leyenda. El primero, Mandela, y el segundo, más cerca de nosotros, el padre Alfonso Baeza.
Ellos demostraron que la política puede convertirse en objeto de nuestra voluntad pues de su dinamismo depende además la existencia nuestra, como lo propician las garantías a los Derechos Fundamentales que promovieron. Mandela decía que para inspirarnos es necesario el ejemplo de los otros. Con su muerte y la de monseñor Baeza, se encarna ese ideal. Serán "políticos" que fueron grandes donde les tocó estar y por lo mismo se echarán de menos, como a pocos.
Juan Carlos Claret, estudiante de Derecho U. de Chile
Deuda con profesores
Estamos muy cerca de elegir una nueva Presidenta de Chile, y como profesor de la educación pública espero que en esta oportunidad podamos terminar con la larga espera que significa que el Estado responda a los profesores de la deuda que asumió cuando se nos traspasó a los municipios y nos desconoció una parte de la remuneración.
Espero que esta vez una iniciativa de la Presidenta de Chile logre el apoyo de la voluntad de nuestros legisladores, de manera especial de nuevos que ocuparán los sillones del Poder Legislativo, donde se requiere del ejercicio de la voluntad con estos profesionales que con dignidad desempeñan sus funciones en la educación municipalizada.
Luis Valderrama
Violencia intrafamiliar
No he escuchado a nadie alzar la voz en relación a un comercial de apuestas deportivas en el que una pareja se acerca a consultar a una psíquica y, cada vez, la esposa termina golpeando al marido.
A medida que avanzan estos comerciales, el hombre aparece cada vez en peor estado de salud. De hecho, en el último, el marido está muerto, supuestamente por la violencia que su esposa ha ejercido sobre él.
La igualdad de género debe ser defendida, sobre todo en lo que respecta a la violencia intrafamiliar. Propongo que el Sernam pase a llamarse Sernap (Servicio Nacional de las Personas), para defensa de hombres y mujeres. La violencia intrafamiliar no es un chiste.
Christian Yáñez Pinto
Derechos
Bastante revuelo ha causado la noticia sobre el maltrato infringido a unos perros en Francke, Osorno. Otro tanto ocurre en Santiago, a propósito de un mall que hace "desaparecer" a sus visitantes caninos.
Personalmente amo los animales, y considero sumamente noble que hayan particulares que se organicen para protegerlos y que hayan resortes jurídicos para ello. Ahora, siguiendo esta lógica y praxis de tutelar los derechos de los "sin voz", me pregunto, ¿cómo se defenderá la vida del que está por nacer cuando se "despenalice" el aborto?. Curiosa paradoja de estos tiempos que se vienen: un perro tendrá más derechos que un ser humano.
Guillermo Rudolphy Melián