¿Qué es la vocación?
La idea es que cada persona elija un determinado modo de vida con el fin de ser feliz y con autodeterminación.
No es fácil estar en el lugar de los estudiantes que hoy, tienen como principal desafío decidir qué carrera seguir una vez que egresan. Los jóvenes están bombardeados de información de parte de las Casas de Estudios que les ofrecen distintas alternativas y beneficios, a lo que se suma la presión natural de muchas familias que deseando un mejor futuro para sus hijos, les proponen basar su decisión en patrones que no necesariamente se relacionan con lo que le gusta al adolescente o con las habilidades que éste posee.
Ante un nivel de expectativas tan intenso, ¿Qué papel juega la vocación y cómo identificarla para elegir el mejor camino?
Tratando de buscar una respuesta, el profesor de Filosofía Camilo Echeverría, hace una reflexión sobre este punto. Señala que la vocación se puede entender como un proceso de autodeterminación. La idea es que cada persona elija un determinado modo de vida con el fin de ser feliz. Pero para hacer esto, hay que tomar muy en cuenta el desarrollo más pleno posible de las cualidades naturales de cada persona, para que realmente esté orientado hacia la felicidad. (Revista Tell, Noviembre 2013).
No se trata de elegir a ciegas. Significa buscar aquello que guarda relación con mis talentos, habilidades, virtudes y otros aspectos del desarrollo de mi vida personal e íntima, y que en definitiva me aportarán para alcanzar la felicidad.
Para el profesor Echeverría, es muy importante no confundir la elección de una carrera con la vocación. Escoger una profesión no significa necesariamente que se ha agotado la búsqueda de lo vocacional. Cuándo nos preguntamos por la vocación es más que saber qué estudiar o en qué nos imaginamos trabajando el día de mañana. Es buscar la respuesta al cómo queremos vivir, cómo seríamos felices, cómo nos imaginamos plenos y dichosos. Recién ahí, con esta mirada general, estamos en condiciones de ubicar los estudios y el trabajo a los que nos queremos dedicar.
A partir de lo planteado, podemos hablar de una elección vocacional, en general y de una vocación profesional, en particular. Ambas son inherentes al ser, son propias de su proceso de formación, crecimiento y maduración como persona. Tiene que ver con el sentido que cada uno le quiere dar a su vida.
Considerando la reflexión anterior, se sugiere apoyar al joven, compartiendo con él los datos, antecedentes y propuestas relacionadas con sus intereses, apoyándolo para que sea él quien defina lo que estudiará.