Los expertos internacionales validaron los datos del Censo 2012 pero le hacen reparos
revisión. Especialistas aconsejaron no repetir la medición, como había recomendado grupo nacional. Propusieron sacar los datos de omisión censal.
Luego de casi tres meses de trabajo, los tres expertos internacionales convocados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para evaluar el cuestionado Censo 2012 validaron ayer el instrumento y los datos que arrojó, aunque hicieron una serie de reparos en su realización y conclusiones.
A diferencia de lo que planteó una comisión de especialistas nacionales en agosto, Griffith Feeney, Roberto Bianchini y Rajendra Singh estimaron como innecesario repetir el conteo, pero coincidieron en sus cuestionamientos a un aspecto central del trabajo que lideró el ex director de la institución, Francisco Javier Labbé.
Los expertos aconsejaron no considerar la omisión censal con que se informaron los resultados, que fue una estimación arbitraria hecha por el INE para contar a las personas y viviendas que no fueron ubicadas.
Según precisó la entidad en abril, ésta llegó al 9% como promedio nacional, pero en algunas comunas superó el 20%. Dichos datos no se habían comunicado en marzo, cuando Labbé y el entonces ministro de Economía, Pablo Longueira, informaron los resultados del Censo.
El ex jefe del INE lo hizo sólo después que una investigación periodística alertara que había una supuesta sobreestimación poblacional de más de 800.00 personas. Tras ello, fue sacado de su cargo por el Gobierno.
Los técnicos afirmaron que no existe consenso a nivel mundial sobre la omisión censal, que es tomada en países como Estados Unidos, Canadá y Australia, pero desechada en Europa. De hecho, la ONU no la tiene en sus recomendaciones, por lo que no hay parámetros como para establecer con cuántos no-encuestados se valida un proceso de este tipo.
Bianchini dijo que la precisión sobre ello podría resolverse por medio de una encuesta post censo, lo que desaconsejó por considerarlo muy costoso.
Ante esto, el italiano rechazó la solicitud de hacer una estimación sobre el número de habitantes que tendría el país., pues añadió que el objetivo de la misión era evaluar el instrumento. "Esa operación debe ser decidida por el INE. Ese no es un tema para extranjeros como nosotros", añadió.
Los especialistas aconsejaron difundir la información "lo antes posible" y utilizarla para todo lo que se requiera, incluyendo la toma de decisiones de política pública, algo que frenó Juan Eduardo Coeymanns apenas asumió el puesto en abril.
Los investigadores solicitaron que cuando se difunda la información se incluyan toda la metodología y antecedentes técnicos del trabajo.
Como recomendaciones para futuros censos, plantearon "dedicar tiempo apropiado" para conocer la experiencia internacional de otras mediciones de este tipo; incorporar un programa de mapeo digital, con teledirecciones e imágenes satelitales; realizar un censo piloto un año antes y en el mismo período que el final, para identificar los posibles problemas; y crear un proceso continuo para identificar las necesidades de información que tienen los usuarios.
Feeney dijo que si tuviera que calificar el trabajo que hizo el INE, le pondría un "B+" (un "6"). Pese a esto, reconoció que "yo dudo que este haya sido el mejor Censo de la historia", dijo en su momento Labbé y el Gobierno.