En una semana concurriremos a las urnas para elegir al nuevo Presidente de la República, a la totalidad de la Cámara de Diputados, a la mitad del Senado y, por primera vez, a los consejeros regionales.
Parece ser un hecho que la elección presidencial será ganada por Michelle Bachelet, ya sea en primera o segunda vuelta. Ojalá así sea, pues estimo que el próximo domingo lo que verdaderamente está en juego es qué modelo de sociedad queremos para Chile.
En las últimas semanas, junto con mis compromisos en el Parlamento, recorrí decenas de comunas a lo largo del país y el denominador común de lo que encontré en cada una de ellas no es más que una profunda desilusión con el gobierno de la derecha.
La actual administración no tiene muchos de que enorgullecerse, salvo algunos logros en materia económica, que si bien son importantes, más bien son propios del ciclo económico que le tocó vivir que fruto de reformas estructurales que nos aseguren un crecimiento sustentable.
Sin embargo, la generalidad de lo que hemos visto en estos últimos cuatro años es mucha torpeza en el manejo político, aumento de la delincuencia que se prometió derrotar, muchos conflictos de interés, debilitamiento de las instituciones, carencia de una política energética y nula capacidad para responder a las demandas más sentidas de la población y de los movimientos sociales.
La ciudadanía está pidiendo cambios.
La gente aspira a una democracia más participativa, a un sistema educativo que garantice la igualdad de oportunidades, una economía cuyo crecimiento beneficie a todos y una sociedad más inclusiva, sin discriminaciones y abusos.
Sólo un gobierno de Michelle Bachelet puede garantizar esas transformaciones y para ayudarla en esa tarea necesitamos lograr una amplia victoria en las elecciones parlamentarias. Por eso quiero invitar a todos los habitantes de Osorno a que concurran a votar el próximo domingo y apoyen a los candidatos de la Nueva Mayoría.