Iglesia y familia
"Invito a adentrarse en busca de la verdad en la realidad familiar en cada sector".
En las últimas tres semanas hemos estado analizando la realidad de la familia en el ámbito cultural de la sociedad actual, para concluir que ella está viviendo una crisis profunda que nos exige encararla sin demora. En este contexto, creo conveniente recordar cuando, el 2 de abril de 1987, en Rodelillo, Viña del Mar, el beato Papa Juan Pablo II hizo lo que calificó de un llamado urgente a las familias chilenas: "¡Familia, sé lo que eres! Familia descubre tu identidad de ser íntima comunidad de vida y de amor". Estas palabras deben resonar hoy con el mismo vigor profético en que fueran pronunciadas cuando, desde entonces, tantas familias "han dejado de ser lo que eran" y, muchas más, nunca han llegado a serlo.
Lamentablemente nuestra Iglesia, pese a los llamados de los últimos Pontífices, ha estado "balconeando", según el Papa Francisco en su lunfardo bonaerense, es decir, contemplando y criticando o condenando, sin adoptar una política propositiva, adentrándose en el problema. No podríamos discutir que la legalización del aborto es condenable, pero es indudable que si ella no va acompañada de un enfoque positivo para los miles de mujeres que recurren a "clínicas" clandestinas para eliminar sus hijos no deseados o molestos, podemos decir, siguiendo el lenguaje del Papa, que estamos "barriendo la basura debajo de la alfombra". Este mismo criterio debemos aplicarlo a los otros síntomas de esta decadencia, como las parejas que conviven fuera del matrimonio; los cónyuges separados y que han formado nuevas familias; la anticoncepción; los niños abandonados o, simplemente, la negativa a adquirir la responsabilidad de formar una familia.
Es esto a lo que nos llama el Obispo de Roma, cuando nos pide que "bajemos del balcón". Su especialidad ha sido poner los grandes problemas en lenguaje sencillo, buscando llegar a toda la Iglesia con la participación de cada uno, incluido el más humilde. Es el desafío de hoy para nuestra Iglesia en Osorno y en este espíritu he meditado estas últimas columnas. Ahora es el momento de actuar. Invito a todas las asambleas pre-sinodales de la Diócesis a adentrarse en busca de la verdad en la realidad familiar en cada sector, para que así puedan restituir el Amor y la Vida al centro del problema. De ellos debe emerger la estructura valórica y funcional de la familia del siglo XXI en Osorno.
"La coalición que tuvo éxito hace cuatro años ya no existe".
Antonio Horvat
Senador RN y jefe programático del candidato presidencial Franco Parisi