Cartas al Director
Selección chilena
Aplausos y loas para la selección chilena de fútbol, pero valoricemos y reconozcamos lo más trascendente: los integrantes del plantel de esta exitosa selección son fruto del trabajo formativo que hacen los entrenadores del fútbol menor en los clubes.
Washington Urrutia, director de Deportes Universidad Mayor
Excesos en el "18"
Muy afortunados hemos sido los chilenos este año con los feriados de septiembre. Sin duda que llegado el Mes de la Patria el ánimo cambia, muchas personas esperan ansiosos los cinco días libres para descansar, en tanto otros se predisponen a celebrar como Dios manda el 18.
Sin el ánimo de ser aguafiestas me veo en la obligación de pedir a los que ya se propusieron desenfrenarse a cambiar el plan y pasar un 18 sin excesos, primero por su salud personal y luego por resguardar la seguridad del resto de los ciudadanos.
Comer sin límites puede provocar gastritis, acidez y somnolencia, este último puede incluso tener fatales resultados ya que una persona que comió en exceso puede quedarse dormida mientras maneja.
Por su parte, terminar las fiestas en estado de ebriedad puede causar desde peleas callejeras, por el cambio de ánimo y furor que sienten los ebrios, hasta una intoxicación etílica que compromete el estado de conciencia incluso llevando a la muerte en algunos casos. No olvidemos que durante el año pasado en esta temporada murieron 32 personas y en el 33% de los casos había presencia de alcohol.
La fiesta nacional de Chile no es sinónimo sólo de comer y beber, también significa conmemoran y repasar uno de los fragmentos más importantes de nuestra historia. Se debe compartir y disfrutar con la familia y amigos de las tradiciones chilenas, tales como escuchar y cantar música chilena, bailar nuestro baile nacional o jugar al trompo y elevar volantines, entre otras actividades.
Al fin y al cabo son cinco días que se pueden hacer numerosas actividades. No todo es una fiesta desatada, no desperdiciemos de disfrutar sanamente estos días en familia y con los amigos en forma responsable.
Julia Ortiz Puga, subdirectora de Escuela de Salud AIEP
Nunca más
Chile se encuentra recordando los 40 años del Golpe Militar que dejó partido en dos a la ciudadanía chilena e incluso a familias.
Que triste y dolorosos recuerdos afloran en nuestras mentes, cuando sufrimos todos y cada uno de los chilenos por la intransigencia y tozudez de ambos lados de la clase política de esos fatídicos días. Que Dios quiera no vuelvan nunca más, para que entre hermanos no nos miremos como enemigos, es por ello que les rogamos a los señores políticos no sean arrogantes y altaneros y creerse que son los dueños de la verdad y que saben todo.
Qué sacamos con reprocharnos unos a otros, y decir que este bando estaba en lo cierto y el otro no, lamentablemente los muertos y desaparecidos no volverán nunca. En estos días que todos los chilenos hagamos una reflexión, y nos prometamos que de ahora en adelante seremos mucho más tolerantes y no altaneros, con nuestros adversarios y no enemigos y que esta mancha que le dejamos a las generaciones postreras nos sirva de penitencia y un sosiego a nuestras almas.
Más tarde que temprano la historia juzgará a los hijos de esta tierra bendita que Dios nos regaló como patria para que vivamos en paz como hermanos.
Duberlí J. Guerrero
Revisar la historia
Un nuevo once de septiembre, han pasado cuarenta años…
Hoy día en Chile existen dos grandes grupos frente a esta fecha, en todo caso no me refiero a los que están en contra o a favor, sino que a los que vivieron sus causas y efectos en situ, independiente de sus ideas y a los que a la fecha eran niños o no existían y que les han contado los hechos o se han enterado por lectura.
Es muy importante reflexionar acerca de estos dos grupos: el primero por derecho propio tiene su versión de los hechos, estaba en primera fila, lo vivió en vivo y en directo, nadie les podrá agregar o cambiar las fotos instantáneas que tiene de la fecha con las pulsaciones a mil.
Por otra parte, el segundo grupo al interiorizarse por terceros, va a depender del tinte de los relatos, de quién se los contó, de la versión que madurara en su imaginación, salvo que por curiosidad, por rigor histórico se haya preocupado de conocer todas las aristas del conflicto, esto último es muy necesario para así contar con todos los antecedentes y formarse una opinión bien informada.
Cuando alguien escribe en una pizarra y a la vez trata de leer, le será muy difícil hacerlo, pero si se va alejando de ella, podrá ver claramente lo que ha escrito… esa es la historia.
Luis Enrique Soler Milla