Todos quieren ser cores
Hoy se presenta una oportunidad única para que los cores nos inviten a hablar del futuro de la provincia.
La gran cantidad de candidatos (as) a consejeros regionales que se presentaron en el país da cuenta del entusiasmo existente entre actores políticos por representar a los ciudadanos en las decisiones públicas. Eso es bueno y vitaliza la democracia, y de alguna manera echa por tierra eso de que la "actividad política" va a la baja. De haber sido así, no se habría presentado un promedio de seis candidatos por cupo. Esta elección de carácter regional, marca un hito en nuestra historia republicana y en sí misma es muy valorable y un paso adelante en conseguir la anhelada democratización total de las autoridades regionales, incluida la elección de intendente. Esta elección de consejeros regionales permite vislumbrar dos escenarios para las regiones y particularmente para provincias como la de Osorno. El primer escenario es la incertidumbre que implica para los candidatos a cores asumir el 2014 con una nueva ley, que se aprecia favorable para los nuevos "Gobiernos Regionales", pero algo menos para los consejeros regionales. La ley que está en discusión les otorga nuevas funciones, pero los deja sin muchas atribuciones, incluso menos de las que actualmente gozan. Por su parte, el intendente se fortalece y afianzará aún más su poder. Para ejemplificar lo que pasará a partir de marzo del 2014, se puede indicar que tendremos una réplica de lo que sucede a nivel comunal. Es decir, una autoridad ejecutiva unipersonal con amplias funciones y atribuciones y un cuerpo colegiado con funciones y atribuciones restringidas. Esa será una tensión que habrá que resolver.
El segundo escenario será el perfil de los cores y las promesas que portarán para ganarse la confianza de los electores. Respecto de lo primero, no es necesariamente cierto eso de que los cores tengan que tener perfiles preferentemente técnicos por sobre perfiles políticos. Es erróneo porque se trata de una representación territorial y no temática. No se trata de elegir al mejor empresario, al mejor gestor cultural o al mejor académico de la región para que la represente.
Como ninguna otra elección no se trata de elegir expertos territoriales, sino de elegir personas que conozcan e interpreten muy bien los problemas que padece el territorio, muchas veces aplicando lo que le falta a la política: sentido común. En ese sentido, hoy se presenta una oportunidad única para que los cores nos inviten a hablar del futuro de la provincia de Osorno, de sus falencias, de sus desafíos, de la conexión con la región. En definitiva, la elección de cores es una oportunidad única para hablar del futuro de Osorno, algo que por mucho tiempo se ha dejado de hablar en este territorio.