Finalmente, Corfo materializó ayer la venta del 40% de las acciones que poseía en la Empresa Sanitaria Los Lagos (Essal) y que había sido suspendida el año pasado luego que el precio de venta no alcanzara las expectativas del Estado.
Esta vez, las 387 millones 676 mil 815 acciones, equivalentes al 40,46% de la propiedad de la sanitaria, fueron vendidas a 110 pesos el título por un total de poco más de 88,4 millones de dólares (42 mil millones 644 millones 449 mil 650 pesos).
La Corfo decidió mantener un 5% de los papeles de la empresa, lo que la deja como accionistas minoritario.
Pese a ello, la entidad estatal recalcó que "este porcentaje le permite ejercer un derecho a veto sobre las transferencias de derechos de aprovechamiento de aguas y de concesiones sanitarias que la empresa eventualmente realizara".
El 53% de la propiedad de la sanitaria seguirá en manos de Aguas Andinas.
En cuanto al 40% enajenado por la Corfo, de acuerdo a la información entregada por la Bolsa de Comercio de Santiago, fue adquirido por encargo de IM Trust S.A. Corredores de Bolsa.
Versiones de prensa atribuyeron la compra al gigante del retail norteamericano Walmart, que en Chile opera la cadena de supermercados Lider, entre otros.
Corfo, a través de un comunicado, justificó la venta, afirmando que "este remate se enmarca en la continuidad de los esfuerzos de Corfo por cumplir con el objetivo de reordenar su portafolio financiero, apuntando a la utilización de los recursos en actividades de mayor rentabilidad económica y social".
Con la venta de la participación de Corfo en Essal, la corporación concluye este proceso en las empresas de servicios sanitarios. Así, esta operación, sumada a las que se realizaron a lo largo del año pasado -Aguas Andinas, Esval y Essbio- le permitieron a Corfo recaudar mil 636 millones de dólares.
críticas
La venta de la participación estatal en la sanitaria no dejó a todos satisfechos.
El diputado Patricio Vallespín lamentó "la majadería del Gobierno de insistir en la privatización del porcentaje que quedaba de Corfo y hacerlo de una manera sorpresiva y sin que nadie se entere".
El diputado, quien hace más de un año advirtió de las intenciones del Gobierno de privatizar completamente Essal, manifestó que "ahora lograron el propósito que tenían, que es que el Estado no tenga participación, lo cual tendría efectos potencialmente negativos al no poder resguardar el bienestar de la gente, que es el rol del Estado, no de la empresa privada".
Los dirigentes de los sindicatos de funcionarios de Essal también rechazaron la medida.
José Pacheco, presidente del Sindicato de Trabajadores Técnicos y Profesionales de Essal, reconoció que "tenemos una sensación de frustración; tras dos años de estar sensibilizando a las autoridades para evitar la venta, nos encontramos que el Estado vendió el 40% a un privado. Estamos decepcionados. Es un acto irresponsable".
El dirigente aseguró que en manos privadas la empresa tratará de rentabilizar sus utilidades, por la vía de reducir los costos.
Juan Ojeda, presidente del Sindicatos de Profesionales Sanitarios, cuestionó que el Gobierno no haya clarificado nunca el objetivo de la venta y el destino de los fondos. "Estamos vendiendo patria", reclamó.